Japón halla proteína que podría retrasar la vejez: ¿será el inicio de una nueva era?

No es ciencia ficción ni una promesa de marketing. Es biología en estado puro. En los laboratorios de Japón, una molécula llamada Klotho está captando cada vez más atención por su vínculo con la longevidad. Descubierta hace más de veinte años, pero apenas comprendida por completo, esta proteína podría ser la pieza faltante en el rompecabezas del envejecimiento.

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Una aliada inesperada en la batalla contra el tiempo

Klotho recibe su nombre de una de las tres moiras griegas, la que hilaba el destino de los humanos. Y tal vez no sea coincidencia: esta proteína parece tener un rol fundamental en cómo envejece el cuerpo humano. Se produce de manera natural, principalmente en los riñones y el cerebro, y actúa como un “sistema de defensa silencioso” contra el desgaste del tiempo.

Los estudios más recientes indican que niveles altos de Klotho están asociados a una mejor memoria, mayor agilidad mental y menos deterioro físico. Incluso podría ser una clave para prevenir enfermedades neurodegenerativas y cardiovasculares.

¿Se puede aumentar la Klotho sin medicamentos?

La respuesta es sí. Aunque no se encuentra en suplementos ni cápsulas milagrosas, la producción de Klotho puede potenciarse con hábitos simples. Investigadores recomiendan:

• Realizar ejercicio físico constante, especialmente entrenamiento de fuerza.
• Dormir al menos 7 horas diarias, sin interrupciones.
• Mantener niveles adecuados de vitamina D, sin automedicarse.
• Evitar el azúcar refinada y priorizar alimentos frescos y balanceados.

No se trata de cambiarlo todo de un día para otro, sino de entender que cuidar la proteína Klotho es cuidar el futuro de nuestro cuerpo.

Lo que revelaron los ratones... y lo que podría pasar con los humanos

En experimentos con animales, los resultados fueron contundentes. Ratones que carecían de Klotho envejecían antes de tiempo, perdían masa muscular y presentaban deterioro cognitivo acelerado. En cambio, los que tenían más cantidad vivían entre un 20 % y un 30 % más, con mejor salud general.

¿Y en los humanos? Las primeras investigaciones confirman que las personas con bajos niveles de Klotho tienen más riesgo de enfermedades y mortalidad temprana, incluso si no tienen condiciones clínicas graves.

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Tres formas, un solo propósito: mantenernos vitales

Klotho no es una molécula simple. Viene en tres presentaciones: una se adhiere a las células, otra circula en la sangre y una tercera actúa dentro del núcleo celular. Cada una cumple una función específica, pero en conjunto forman una red de protección contra la inflamación crónica, el estrés oxidativo y el deterioro de los órganos vitales.

Además, regula el equilibrio de minerales como el calcio y el fósforo, lo que incide directamente en la salud ósea y muscular. Su efecto acumulado puede evitar el llamado “síndrome de fragilidad” en personas mayores, un estado que limita la movilidad, la fuerza y la independencia.

El futuro de la longevidad podría escribirse con K

Lo más fascinante es que la ciencia recién está rascando la superficie. Varias universidades y centros de investigación están intentando comprender si es posible usar Klotho como una terapia biológica, capaz de prevenir enfermedades asociadas al envejecimiento o, incluso, revertirlas.

Por ahora, los hábitos saludables siguen siendo la mejor receta para estimular esta proteína. Pero el entusiasmo entre los expertos crece: Klotho podría ser el principio de una nueva era donde envejecer no signifique necesariamente enfermar.