Enfermera adoptó a un bebé con síndrome de Down rechazado por sus padres: Sacaron su cuna y dijeron que murió [FOTO]

Cuando un niño llega al mundo se dice que es una bendición de Dios, sin embargo, no es así para todos. Y es que, hace diez años, el 1 de noviembre, una enfermera fue testigo de cómo una pareja de esposos abandonó a su bebé recién nacido porque se dieron cuenta que tenía síndrome de Down. El hecho ocurrió en el Sanatorio Mater Dei, Buenos Aires en Argentina.

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Marcela Casal Sánchez y sus demás compañeras del hospital se imaginaron lo fuerte que era la situación, sin embargo, creían que con el pasar de los días cambiarían su decisión. Pero, esto estuvo muy lejos y las señales de rechazo eran muy crueles. La madre pidió sacar la cuna, devolvieron el certificado de nacimiento y se fueron del lugar lo más rápido posible.

Nadie pudo hacerles cambiar de opinión. “En ese tiempo estuvo en brazos de todos. Nosotros lo traíamos de la terapia. Lo sacábamos. Lo poníamos en la cuna, en el huevito, se la pasó de brazo en brazo, como yo digo, con todas las tías. También venían de otros servicios a verlo”, recuerda Marcela.

Hubo dos situaciones que generaron la molestia y tristeza de todo el personal sanitario: los padres decían que el bebé falleció cuando alguien venía a visitarlos y pidieron que se cambie de nombre a Santiago porque "Franco era el nombre de un niño sano". Por otro lado, Marcela y su pareja pensaban en la adopción ya que no podía quedar embaraza y menos iniciar un tratamiento de fertilidad.

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"Se me metió al corazón de entrada"

El 27 de diciembre cuando Marcela vuelve al hospital, Santiago ya no estaba pues lo habían pasado a una familia de transito hasta que se defina su adopción. La enfermera no lo pensó dos veces e hizo todos lo tramites para tenerlo con ello. “Santiago se me metió en el corazón de entrada con todo lo que estaba pasando. Tenía la necesidad de tenerlo todo el tiempo en mis brazos. De que se sintiera acompañado y amado”, cuenta a Infobae.

Es así que la jueza valoró la conexión que ambos habían tenido y se lo dio en adopción. “No estoy arrepentida en absolutamente nada de haberlo elegido a él por sobre todas las cosas. Él es todo para mí y para mis padres. Es un niño fuera de serie, muy cariñoso y sumamente sociable”, dice para el medio citado sobre Santiago, quien acaba de cumplir 10 años.