Adolf Hitler y “el amor de su vida”: el romance con su sobrina Geli Raubal que terminó en muerte

“Una misteriosa oscuridad” envuelve la muerte de esta “belleza inusual”, indicó el diario alemán Fränkische Tagespost, dos días después de que el cuerpo de Angela Maria Raubal fuera hallado en la casa de Adolf Hitler en su natal Alemania. ¿Quién es esta mujer y cuál es su relación con el dictador nazi?

Bien dicen que el más miserable de los miserables y el más maldito de los malditos tienen su corazón. Así pasó con el genocida nazi, Adolf Hitler, quien se enamoró de quien no debía: su media sobrina.

La llamaban Geli, abreviatura de Angela, tenía solo 17 años cuando vino a vivir con Hitler en 1925, junto con su madre Angela, la hermana de Hitler, que estaba asumiendo un puesto como ama de llaves.

Adolf Hitler, 19 años mayor que ella, se obsesionó de su sobrina, y la pareja tuvo una relación sexual que muchos creen que duró seis años.

Según el alemán Rudolf Hess Geli era “una adolescente alta y atractiva, siempre alegre y tan inteligente con las palabras como su tío”, su carácter extrovertido llamaba la atención de muchos hombres.

Ambos fueron fotografiados juntos en cafeterías, en la ópera o en el cine y pasaban horas conversando. Al parecer era única mujer que el nazista había llegado a amar en su vida. Sin embargo, la relación poco a poco se fue deteriorando.

Hitler era demasiado posesivo y hubo un momento en el que su sobrina decidió poner fin al romance. Ella ya se había enamorado del chofer de la familia, según confesión a su mejor amiga.

“Ser amada es aburrido, pero amar a un hombre, ya sabes, amarlo, de eso se trata la vida. Y cuando puedes amar y ser amado al mismo tiempo, es el paraíso”, indicó.

El desertor alemán Otto Strasser dijo que el ‘tío Alf’ le había exigido a Geli cosas que eran “simplemente repulsivas”. Se sabía que Hitler tenía ciertas prácticas sexuales que llegaban al sadomasoquismo.

Poco después de la conversación con Otto, Geli, de 23 años, fue hallada muerta con un disparo en el pecho y la pistola de su tío a su lado, en la casa de Hitler en Múnich en 1931.

El último día de Geli Raubal

El forense dictaminó que la muerte fue un suicidio, pero muchos sospecharon que pudo haber sido asesinada por Hitler. Casi todas las fuentes, apuntaron que tuvieron una fuerte discusión. Sin embargo, los archivos de una nueva investigación posterior fueron destruidos por el partido nazi.

Se dice que Hitler estaba desconsolado por la muerte de Geli y el historiador australiano Robert Kaplan cree que ella se quitó la vida.

“He leído teorías de conspiración, pero ella realmente era el amor de su vida”, indicó. “Cerró con llave la habitación donde ella murió y no permitió que nadie entrara y mantuvo su retrato junto a su cama”, agregó.

Su último acto conocido fue redactar una carta que no terminó de escribir: “Cuando vaya a Viena, espero que muy pronto, conduzcamos a Semmering y...”, ahí terminó. Un enigma que, hasta ahora, deja los cabos sueltos.