Mujer de 55 años perdió la visión en un ojo y ahora diseña lámparas de sal por la pandemia

Con el apoyo de sus vecinos logró recuperar la visión en un ojo, pero la felicidad no duró mucho y llegó la pandemia del COVID-19, su esposo se quedó sin trabajo y como muchos decidió emprender.

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Sandra se dedica a decorar con puntillismo cada obra y los combina de forma cromática completa. Los materiales las adquieren en Buenos Aires.
Sandra se dedica a decorar con puntillismo cada obra y los combina de forma cromática completa. Los materiales las adquieren en Buenos Aires.Fuente: Upsocl - Crédito: Composición el Popular

Una historia de lucha total. Hace casi cuatro años esta mujer de 55 años, oriunda de Argentina, quedó completamente ciega por una esclerocornea pues no podía costear la operación, sin embargo, gracias a la solidaridad de las personas volvió a ver la luz en su vida.

Sandra Aramayo vive en Argentina y gracias al apoyo de sus vecinos pudo pagar la intervención quirúrgica recuperando la visión en uno de sus ojos, pero, la pandemia del coronavirus dejó a su esposo sin trabajo así que como muchos tuvo que emprender algo.

No obstante, la felicidad no duro mucho pues luego de un tiempo de haber superado el difícil momento apareció en el mundo la pandemia dejando a millones de personas contagiadas, además de las victimas mortales por lo que los gobiernos impusieron restricciones como cuarentena, toques de queda entre otros.

Como sabemos, fueron millones de personas que perdieron sus trabajos y uno de ellos fue Gabriel Pérez Paz, pareja de Sandra, por lo que pusieron en marcha un negocio dedicado al diseño y fabricación de lámparas de sal proveniente del Himalaya.

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"Nos ayudamos y colaboramos mutuamente, y de esa forma todos trabajamos. Vendemos nuestros productos a través de internet y los entregamos a domicilio. Gracias a Dios, por la calidad de los mismos la publicidad se fue dando de boca a boca y ya vinieron de Embarcación y hasta de Catamarca a llevar lámparas para revender", declaró Pérez a El Tribuno.

Sandra se dedica a decorar con puntillismo cada obra y los combina de forma cromática completa. Los materiales las adquieren en Buenos Aires. Para seguir su trabajo puedes ingresar a su fan page: Lámparas de sal del Himalaya - KALMA, donde suben cada producto.

"No es nada fácil, hay que pelearla pero este emprendimiento representa para nosotros un medio de sustento, en tiempos en que -a causa de la pandemia- es tan difícil trabajar (…) Queremos seguir impulsando este pequeño emprendimiento que llevamos adelante junto a mi marido con mucho esfuerzo", dijo Sandra al medio citado.

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