China revela al mundo las medidas que usó para atenuar el letal coronavirus

El coronavirus en China está llegando a su fin, y eso se debe a diversas medidas que ha ido tomando el gobierno del país asiático para contrarrestar a finales de marzo la propagación del COVID-19 en la población.

“La batalla continúa, pero la victoria está cerca. Una victoria de Hubei (provincia china cuya capital es Wuhan) es una victoria de China”, fueron las palabras del presidente de China, Xi Jinping, durante una visita a la capital de Wuhan, epicentro de la pandemia.

Asimismo, diversos científicos aseguran que los infectados de la mortal pandemia llegará a 0 a finales de este mes. Ante ello, miles de países de América y Europa buscan seguir sus mismos pasos, y por ello China compartió las prácticas que hizo bien y también mal para evitar la propagación masiva del COVID-19.

Falta de información a la población sobre el nuevo coronavirus

Ante el temor de la histeria colectiva en china por un desconocido virus, el gobierno de China censuró todo tipo de información sobre el COVID-19 y no reconocieron la gravedad del asunto hasta el 21 de enero, pidiendo a cientos de doctores que firmaran un acuerdo donde se comprometían a no compartir ninguna información no verificada.

“Vimos cómo cada vez llegaban más infectados y nos convencimos de que se estaba produciendo una transmisión entre humanos. Pero no nos atrevimos a decir nada”, afirmó un médico de China.

Sin embargo, algunas fuentes señalan que el gobierno estaba preparando medidas adecuadas para hacerle frente a la mortal epidemia dos semanas antes, pero algunos doctores indican que no informar a la población sobre el nuevo virus fue una mala decisión.

“Es posible que las autoridades provinciales tardasen en dar la voz de alarma porque no querían dar problemas al Gobierno central, y actuaron mal al acallar a quienes alertaron del peligro, pero había mucha confusión”, afirmó Guillaume Zagury, un médico francés que fue uno de los primeros en publicar información sobre el corona virus.

La reacción de China ante el COVID-19

El gobierno ordenó cuarentena en Wuhan y con el transcurso de los días en todo el país para evitar que los ciudadanos se sigan infectado del virus, asimismo, extendieron el Año Nuevo chino hasta el 10 de febrero. También se decidió cerrar todas las empresas durante un prolongado periodo.

En medio de la histeria se crearon diversas teorías conspirativas que hacían referencia a un virus modificado genéticamente para acabar con la vida de los ancianos y “retrasar el envejecimiento de la población”.

Cuarentena

El gobierno insto a la población a usar mascarillas para protegerse del virus, también comenzaron a desinfectar las calles, edificios y viviendas. Además, al principio solo era una persona la encargada en ir a comprar los productos de primera necesidad, pero luego cerraron las viviendas de los ciudadanos para evitar que salieran porque el número de casos de coronavirus se había incrementado a niveles extremos.

“Mi familia regresó de España el 13 de marzo y yo me he tenido que ir a un hotel porque les han puesto en cuarentena en casa y yo tengo prohibido el contacto con ellos. Les han cerrado la puerta por fuera y solo se permite el acceso de un sanitario que les tome la temperatura cada día y de la gente que les lleva provisiones”, afirma un ciudadano chino de la ciudad de Ningbo, Antxon San Miguel.

Crisis de mascarillas y suministros

A mediados de febrero, China registraba 242 fallecimientos por día y tan solo 19 días días después superó se elevó la cifra a 2.000 fallecidos. Por esta razón, la población comenzó a comprar mascarillas hasta desaparecer el producto de las farmacias al igual que los productos de primera necesidad.

Los comerciantes vendían mascarillas “lavadas y reutilizadas” ante la falta del producto en sus tiendas.  “Compré un paquete bastante caro en Pinduoduo —una plataforma de comercio electrónico— y olían tan mal que decidí no usarlas porque no me daban confianza. Este tipo de crisis saca lo mejor de la gente, pero también lo peor”, recordó un afectado chino.

Por ello, el gobierno dio gratuitamente cinco mascarillas a cada familia, pero se tardaba entre 12 a 18 días en dar los protectores a cada habitante.

Crisis económica

Durante la cuarentena, los trabajadores se encontraban en sus viviendas y las empresas industriales tuvieron millonarias pérdidas, sin embargo, el gobierno puso a los recursos privados “al servicio de los intereses del país en una especie de nacionalización blanda”.

“Antes nos dedicábamos exclusivamente a fabricar para la exportación. Tenemos 300 clientes en 72 países, incluidos varios de la Unión Europea, Australia y Japón. Pero, dadas las circunstancias, hemos detenido los pedidos en curso para abastecer al mercado local”, afirmó Wu Shengrong, director ejecutivo de la empresa Dasheng, una de las doce empresas de Shanghái que les pidieron “reanudar la producción”.

“Nos hemos comprometido a no subir los precios mientras los de la materia prima se mantengan estables, y la calidad está asegurada en todos los productos”, dijo durante una visita a la fábrica.

China en proceso de vencer al coronavirus

Actualmente en China, no hay escasez de mascarillas, gel desinfectante y de papel higiénico. Con ello, el gran país asiático volvió a vencer a una mortal pandemia como lo hizo con el SARS en el 2003.

Miles de ciudadanos chinos que se fueron a otros países como Europa y América para no infectarse del letal COVID-19 vuelven a su país de origen dado que lo ven más seguro y ahora el gobierno chino está enviando material sanitario a Italia y España, segundo y tercer país con mayores casos registrados de coronavirus en el mundo.

Sin embargo, lo que en se anuncia en medios chinos como una donación sería una venta a los países europeos como al resto del mundo.