Ramón Mifflin y sus recuerdos del ‘Kaíser’: “Aprendí mucho jugando con Franz Beckenbauer”

El planeta fútbol sigue aún conmocionado por la partida de Franz Beckenbauer. Ramón Mifflin tuvo el privilegio de jugar con el Káiser en el Cosmos de Nueva York (1977-1978) y lo recuerda como un crack y un ejemplo de señor.

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—¿Qué recuerda de Beckenbauer?

—Lo mejor. Un tipo sensacional, una persona con buen sentido del humor, gran jugador, dejó grandes enseñanzas en la cancha, siempre orientando a los compañeros.

—¿Cómo era como persona?

—Como persona un fuera de serie, gran amigo, simpático, sus conversaciones eran entretenidas, un tipo culto de primer nivel.

—Para quienes no vieron al Káiser, ¿cómo jugaba?

—Era el jugador más elegante que he visto, no miraba la pelota, ni el piso, siempre con la cabeza levantada, era diestro. Un adelantado a la época, fuera de serie, no se ensuciaba, nunca se tiraba al piso, poseía una gran técnica súper avanzada, con una precisión tremenda. Aprendí mucho jugando a su lado en Cosmos.

—¿Le gustaba más como central o como mediocampista?

—Me gustaba más como volante, por el buen panorama de juego que poseía.

—En el Mundial de México 70 le tocó sufrir a usted con la selección en ese partido que pierden 3 a 1.

—En ese partido, Beckenbauer jugó como volante con Overath, conformando una volante técnica.

—¿Lo marcó en ese partido?

—No. Era difícil marcarlo porque tenía buena ubicación. Siempre recibía la pelota libre, era difícil taparlo por su buena ubicación, tenía una salida limpia, pisaba mucho el área y se mezclaba con los delanteros.

—¿Alguna anécdota de esa etapa en la que fueron compañeros en el Cosmos de Nueva York junto con Pelé?

—Cuando viajábamos, salíamos a cenar, conversaba mucho y me enseñaba acerca de la cultura alemana y europea, eran conversaciones entretenidas. Un tipo culto.

—¿Alguna vez vino a conocer el Perú?

—De turismo no, pero vino a jugar amistosos con el Bayern Múnich ante Universitario y con el combinado Alianza-Municipal. Conocía bien a los jugadores peruanos.

—¿Le sorprendió su partida?

—Sí, porque era una persona muy sana, no sé qué le habrá pasado. Era un tipo metódico, a las justas brindaba vino, nada de cigarro.

—¿Cuándo fue la última vez que se encontró con Beckenbauer?

—Fue en la final del Mundial España 82 y después en la Eurocopa de Francia 1984, donde nos encontramos con Pelé y nos fuimos a cenar.

FOSSATI Y la SELECCIÓN

—¿Qué le parece la llegada de Jorge Fossati como entrenador de la selección?

—Es un entrenador con una gran trayectoria y ojalá pueda llevarnos al Mundial. La tiene complicada, la valla está muy alta porque nos viene Colombia y Ecuador que han mejorado mucho. Ojalá en la Copa América le dé tiempo para mejorar y convencer al jugador que sí se pude. Esperemos que con la ayuda de todos pueda lograr el objetivo.

—¿Qué cree que pasó con Juan Reynoso?

—Creo que le traicionó su temperamento, su forma de disciplina y eso le pasó factura.

—¿El entrenador debe ser paternalista con el futbolista peruano?

—El jugador peruano se acomoda mejor cuando el técnico es paternalista, pero cuando se quiere ser muy disciplinado, como un policía, el jugador se incomoda.

—Muchas gracias profesor por la deferencia.

—A ustedes. A Beckenbauer hay que recordarlo con mucho cariño, un ejemplo de señor, un disciplinado dentro y fuera de la cancha.