Loco Arteaga, hombre de varias batallas en Libertadores con Cristal: “Nos robaron ante Boca en la Copa del 89”

Cuenta que el juez les dijo que xeneizes le pagaron 10.000 dólares. Sufrió parálisis en la pierna, la ‘U’ y Alianza lo quisieron, pero pasaron cosas raras.

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Arteaga vivió buenos años en Sporting Cristal. Ahora, en la entrevista con El Popular los recuerda.
Arteaga vivió buenos años en Sporting Cristal. Ahora, en la entrevista con El Popular los recuerda.Fuente: Composición El Popular.

Le decían Loco por su temperamento y coraje. Jorge Arteaga, quien jugó y dejó huella en Sporting Cristal entre 1984 y 1993, recuerda las Copas Libertadores que disputó con el cuadro cervecero, así como también una etapa dura que vivió cuando le dijeron que no volvería a estar más en una cancha.

—¿Qué imagen le dejó Cristal en la remontada ante Nacional?
—El equipo se portó a gran altura, tras perder 2-0 en la ida y en Lima al ir empatando 1-1, no se derrumbó y mostró fortaleza. Me hizo recordar al partido en el que goleamos 4-0 a El Nacional de Ecuador en 1993, luego que en la ida perdiéramos 3-0.

—¿Qué partido de Copa Libertadores recuerda?
—Contra Boca, en la Bombonera en 1989, tuvimos todo en contra. A Olaechea lo expulsan a los 15 minutos y nos anotan en un fuera de juego. Cuando nos pusimos 2-2,  el árbitro cobra una falta, se para delante de nosotros, ellos sacan y nos meten gol.

—Jugó para Boca el árbitro.
—Mario Palacios le reclama y el árbitro le dice: “Ustedes no van a ganar”. Luego el Cholo le dice “ladrón” y el juez le responde: “Me han pagado 10.000 dólares y no van a ganar”. Al final perdimos 4-3. Ese cotejo fue un robo.

—En ese Boca estaba Diego Latorre.
—Arrelucea lo levantó con todo a Latorre, que se quejó. El Marajá le dijo: “Párate, que es solo un cariño, luego te voy a dar”, ja, ja, ja...

—¿Y en esa Copa, tuvo un duelo especial con alguien?
—Con el Toti Iglesias, que era goleador de Racing. Mario Palacios me dice “están hablando que con la tallita que tienes qué les vas a ganar arriba”. Y en una jugada salto y agarro pelota con cabeza y todo, y le dije: “Así que no te voy a ganar ni una, ahora vas a ver”. Eran partidos durísimos, antes la Libertadores solo jugaban los campeones y subcampeones.

—¿No tuvo chance de emigrar?
—En 1992, en esa Copa Libertadores en la que enfrentamos a América de Cali y  Nacional de Medellín, surge el interés de América. Cristal no me quiso vender o prestar. Por más que le rogué a Federico Cúneo, que era el presidente, no quiso. Me cortaron las alas.

—¿En la Copa de 1993 qué le pasó?
—Jugué los primeros partidos. Sucede que en el último encuentro del 92 me lesiono la rodilla. Estaba convocado a la selección. Tenía hinchada la rodilla y el doctor me dijo que era por cansancio. Ya en la segunda semana de entrenamiento con la selección, se me vuelve a hinchar la rodilla. Así estuve tres meses.

—¿Qué hizo?
—Gracias al consejo de Franco Navarro, hablé con la dirigencia para pagar con mi dinero los exámenes, aceptaron y el resultado fue que estaba roto. Me operaron, sufrí una parálisis en la pierna y el médico me dijo que no volvería a jugar. Le pedí a Dios volver a jugar.

LE JUGARON SUCIO

—¿Cómo fue su recuperación?
—Un amigo me recomendó a una doctora que vino de Alemania. Me hizo el tratamiento y comencé a tener movimiento en la pierna que estaba muerta. Varios clubes querían contratarme, pero les dijeron que no volvería a jugar. Volví a caminar y a jugar. Al año y medio, Beto Levy me lleva a Sport Boys. También estuve cerca de jugar por la ‘U’, pero me jugaron sucio.

— ¿Qué pasó?
—Reynoso se iba al Cruz Azul y me recomienda con Markarián. Entrené e hice cotejos de práctica y un día el tío Pichicho Benavides, que era asistente de Markarián, me dijo que no me iban a contratar. Un amigo que estuvo en México y que jugó en la ‘U’ me comentó que tres jugadores le dijeron a Markarián que si me contrataban, iba a tener a un grupo del plantel y a la barra en contra. Eso me lo confirmaron otras dos personas. Alianza Lima también me quiso.

—¿Y qué pasó?
—Eso fue cuando Julio César Uribe dirigió a Alianza (1995), pero hubo un dirigente que se opuso.

—¿Alguna anécdota en su paso por Cristal?
—Nadie quería concentrar con Julinho ni Carlos Guido porque eran sonámbulos. Álex Magallanes, que era compañero de cuarto de Julinho, se asustó un día porque en la madrugada se levantó y gritó: ‘¡Goooooool!’, ja, ja, ja.

—Gracias, profesor por su atención.
—A el Popular por acordarse de uno y, espero que este jueves, Cristal logre al menos un empate ante Huracán para asegurar acá la clasificación a la fase de grupos de la Copa Libertadores.

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