Hernán Barcos: Conozca la dura infancia del nuevo ídolo de Alianza Lima

Hoy la vida le sonríe, pero no siempre fue así. Hernán Barcos, el nuevo ídolo de Alianza Lima, logró muchos títulos en su carrera y viajó por todo el mundo, pero nunca olvidó sus raíces. Y es que el delantero que la rompió en la victoria 2-1 frente a Universitario vivió una niñez muy complicada a tal punto que tuvo que ingeniárselas para poder comer.

Hernán nació el 11 de abril de 1984 en una humilde familia de la pequeña ciudad de Bell Ville, en la provincia de Córdoba.

A pesar de ser muy pobres, sus padres siempre lo apoyaron cuando decidió dedicarse al fútbol. Sin embargo, su infancia fue dura y atravesó situaciones difíciles para poder crecer sano y poder alimentarse.

Por ello, algunas veces iba con su hermano al Velatorio que estaba cerca a su casa para comer sándwich y gaseosas.

“Mi familia era muy pobre y no comíamos bien. Por eso, con mi hermano, cuando éramos chicos, volvíamos del colegio y pasábamos por un Velatorio para comer unos sándwiches y tomar una gaseosa y llevar unos cuantos a casa”, confesó el delantero hace unos años a la cadena ESPN.

"Éramos muy respetuosos, igual. Saludábamos a la familia del difunto, al difunto, comíamos algo y nos íbamos", prosiguió el hoy delantero de Alianza Lima.

Tiempos que han cambiado para los Barcos, pues Hernán es uno de los delanteros más queridos de Sudamérica, mientras que sus hermanos, Gabriel y David, ahora manejan su carrera como sus representantes.

La luchó desde abajo

Hernán Barcos debutó en el Racing de Avellaneda el 14 de agosto del 2004 con Ubaldo Fillol como técnico y con apenas 20 años de edad.

A pesar de sus grandes condiciones no pudo asentarse en la Academia por lo que tuvo que deambular por varios equipos hasta que llegó a la Liga de Quito donde anotó muchos goles y logró el título nacional y la Recopa Sudamericana.

Luego fue fichado por Palmeiras, Gremio y Cruzeiro. Con el verdao ganó la Copa de Brasil en el 2012 y repitió el título en el 2018 pero con la camiseta de Cruzeiro. Su perseverancia le ayudó a ser convocado para la selección argentina.

Hoy Hernán Barcos es un claro ejemplo de lucha y perseverancia para todos los jugadores jóvenes de Alianza Lima que esperan cumplir sus sueños.