Puchungo Yáñez habla de su experiencia en el fútbol árabe y lo que le espera a Cueva: "Leí el Corán y estoy de acuerdo con algunas cosas"

Irá a triunfar. Alfonso Yáñez conoce muy bien el fútbol árabe, pues fue la gran estrella del Al-Ittihad en las temporadas 1996 y 1997, y por eso no duda al señalar que Christian Cueva la romperá en el Al-Fateh, pues calidad le sobra.

Puchungo, hoy comentarista en Campeonísimo PBO, contó algunas anécdotas que vivió en el hermoso y poderoso país asiático.

—¿Qué le espera a Christian Cueva en el fútbol árabe?

—Cuevita llega a un país que lo va a ayudar a desarrollarse tranquilo. Es un gran jugador y llega a un equipo como el Al-Fateh, que es un buen club.

—¿Has podido hablar con Christian?

—Sí, hace dos días pude conversar con él. Está contento de esta nueva experiencia y he llamado a algunos amigos en el país para que lo ayuden.

—¿El fútbol árabe lo hará madurar?

—Jugar en Arabia no es fácil, es complicado por las normas, pero él va a jugar fútbol, va a ir con la familia y no habrá problema. Irá a hacer lo que más le gusta y esperemos que recupere su nivel para que vuelva a la selección.

—Le habrás recomendado lentes nuevos cuando vaya a cobrar.

—(Risas) Está bien que ganen su plata los muchachos. Lo que no pude ganar yo, que se lo lleven ellos.

—¿No has ganado bien?

—No, en mi época era otra realidad. Cuando fui no sabían ni donde quedaba Perú, pensaban que venía de Beirut.

—¿Tus amigos de allá que te han contado del Al-Fateh?

—Que la ciudad es muy bonita y el club no está bien, pero será un gran desafío para Christian. Me hubiera gustado que llegara a un equipo grande para que jugara la liga asiática.

—¿Qué crees que le pueda dar Cueva al fútbol árabe?

—Calidad porque allá son técnicos, le ponen mucha potencia con los africanos, pero la técnica del sudamericano es diferente y Cueva es un jugador distinto. Ya le dieron la ‘10’, yo cuando llegué ni número tenía.

—¿Arabia ha cambiado?

—No, solo en el fútbol porque ahora se permite más extranjeros, usar aretes y jugar con peinados raros.

Costumbres árabes

—¿Qué es más complicado: aprender el idioma o seguir el Corán?

—Yo leía el Corán en español y comparto algunas cosas, pero es más difícil el idioma. Hablan con la garganta, parecen que se van a pelear.

—¿Tenías miedo de los castigos?

—No porque siempre estuve en regla, igual estaba atento a la jugada. Allá se saludan con dos besos en los cachetes, los amigos caminan de la mano.

—Guaaaarda ahí…

—Sí, pues, imagínate que te vean de la mano con un zambo.

—¿Algún compañero de equipo te agarró la mano?

—Cuando llegué al Al-Ittihad, el capitán me agarró de la mano para la presentación a mis compañeros. Yo miraba de reojo al técnico y le decía que me soltara la mano. El profe se reía y me decía que estuviera tranquilo que era una costumbre.

—¿Fue algo que te quedó grabado para siempre?

—Sí, menos mal que no había redes, si no, no me dejaban entrar al Callao.

—¿Estuviste presente en algún ajusticiamiento?

—Fui a ver a unos muchachos que le iban a cortar la cabeza por meter droga al país, pero al final me arrepentí.

—¿Es una pena volver a cuarentena?

—Sí, una pena. Hay gente que le echa la culpa al Gobierno, pero es culpa de todos. Ahora los más perjudicados son los que realmente salen a trabajar el día a día, eso jode.

—¿Te pondrías en lista para recibir la vacuna?

—Yo no soy partidario de las vacunas, pero vivo con mis padres y mi sobrino y no quiero que nada les pase. A mí me dio esta vaina (coronavirus) a pesar de estar encerrado 100 días.

—¿Te dieron síntomas?

—En realidad no, solo recuerdo que me dio tos.

—¿Cómo te enteraste de que estabas infectado?

—Un amigo me invitó a salir, pero le dije que no, me insistió y me hizo la prueba. La pasé y salió que ya había tenido. La verdad que ni enterado, no sentí nada.