El Chorri Palacios recuerda sus inicios en Cristal
Oblitas lo hizo debutar y su familia casi no llega al estadio. “Mi primer sueldo fue 45 dólares”, indicó el Chorri Palacios.
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Víctor Arrunátegui
Roberto “Chorri” Palacios, jugador que inmortalizó en un polo Te amo Perú, reconoce que valora todo lo ganado porque pasó mucha hambre y miseria.
¿Qué recuerdos tienes de tu primer partido oficial?
Estaba muy nervioso. Los días sábado los que jugaban hacían trabajo suave y, los que no, hacían trabajo diferenciado, lo que habitualmente yo hacía. Pero ese día no hice esos trabajos porque pensé que no iba a ser considerado ni de suplente.
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¿Qué hiciste?
Me acerqué donde Juan Carlos Oblitas y le pregunté: ¿Juan Carlos por qué nos has llamado para trabajar con el profesor Solé?, y me respondió: “No pues hijo, tú mañana vas a jugar”, y me puse como carne barata.
¿Cuándo le comunicaste a la familia que ibas a jugar?
Al principio no creía mi familia que yo iba a debutar tan rápido pero cuando le mostré la ropa de concentración, le dije a mi mamá que tenía que achicar el buzo porque era enorme.
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¿Cómo enorme?
El utilero Maquera me dio la talla XL. Pensé que me iba dar una talla más pequeña y me dio lo que quiso por fregarme (risas…).
Llegó el día. ¿Tus padres fueron al estadio?
Te soy sincero, pensé que no iban a ir al estadio, porque la plata que llegaba a casa era para parar la olla. Además de la entrada se debía tener para el pasaje que costaba caro porque era de Chorrillos a Lima.
Y ¿después?
No sé de dónde consiguieron, me dieron la sorpresa y su presencia sirvió para adquirir fuerza, controlé mis nervios y pude jugar. Fue el día más lindo de mi vida.
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¿Cuánto fue tu primer sueldo?
Fue 45 dólares, porque tenía un contrato que venía de juvenil, pero habían premios de 300 dólares por partido ganado. Después me aumentaron a 100. El colegio y la cocina.
¿Qué recuerdos tienes del colegio?
En Chorrillos, tras regresar de clase, no me dejaban salir y me escapaba por el techo. En secundaria estuve en tres colegios. José Olaya, Riva Agüero y terminé en el José María Eguren de Barranco, donde participé en la selección del colegio.
¿En esa selección con quién estuviste?
Con Jayo Legario, Basombrío y mira luego tuve la dicha de estar con ellos en la selección.
Pasando a otro tema, ¿es verdad que te has convertido en todo un chef en esta cuarentena?
Sí, me sale bien el lomo saltado, el chaufa, tallarín saltado, el cebiche, la jalea, sopa de frejoles, arroz con lenteja, chancho y pollo al cilindro.
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Amor al país
¿Cómo nace lo del polo Te amo Perú?
Yo estaba afuera, veía cómo el mexicano, los amigos que tenía argentinos y colombianos eran tan nacionalistas con su selección, admiraban y amaban por estar en la selección, sin pedir nada a cambio. Estar en la selección no tiene precio. Por los difíciles momentos que se pasaba por las críticas, entonces quería hacer algo distinto, que el peruano se sienta orgulloso y escribí unas frases, entre ellas Te amo Perú.
¿Por qué no lo patentaste?
Hasta el día de hoy lo usan y con orgullo. Estoy seguro que el momento que haga un diseño sobre esta frase y mi persona van a querer adquirirlo y me sentiré orgulloso. Me gustaría hacerlo para que no me olviden.
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¿No has cambiado desde tu inicio?
El hecho de que yo haya logrado dinero, a mí nunca me cambió la manera de ser. Supe de dónde salí, pasé hambre y eso jamás lo olvidaré. Eso trato de inculcarle a mis hijos, tienen que ser buenas personas y no mirar a nadie por encima.