¡Tu edad es la clave! Descubre por qué el CAFÉ ya no te quita el SUEÑO: la ciencia lo explica

Tomar un café después de cenar, cuando uno es joven, puede mantenernos desvelados, afectando el horario de descanso. No obstante, durante la adultez, el tomar una taza durante la noche no genera ningún tipo de cambio con respecto al sueño.

Ante esta situación, un equipo de científicos de la Universidad de Montreal, liderado por Philipp Tholke, ha realizado una investigación publicada en la revista Nature Communications Biology, donde se evidencia que la respuesta de nuestro sistema a la cafeína cambia totalmente con la edad.

Para los resultados, los científicos utilizaron un avanzado sistema de electroencefalograma con inteligencia artificial que ayudó a registrar la actividad cerebral durante el sueño, donde se hallaron diferencias considerables entre jóvenes y adultos de mediana edad.

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¿Qué rol cumplen los receptores cerebrales?

Durante la evaluación, los científicos descubrieron que la cafeína influye directamente sobre los receptores cerebrales del neurotransmisor adenosina, lo que significa que puede intervenir en la estimulación del sueño a través de ondas lentas, siendo las ondas theta y alpha las que llevan frecuencias entre 4 y 7,5 hercios, ideales para cuidar el bienestar cognitivo y fortalecer la memoria.

Durante el envejecimiento, los receptores adenosinérgicos disminuyen, por lo que la investigación reveló que entre los 41 y 58 años, la cafeína puede perder su efectividad en el sistema, perdiendo la sensibilidad que la caracteriza, por lo que la "habilidad" que tenía para estorbar el sueño se reduce drásticamente.

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¿El consumo diario de cafeína puede generar envejecimiento cerebral? Esto dice la ciencia

A través de un examen de ondas cerebrales, los científicos canadienses indujeron a los pacientes del estudio al consumo de pastillas de cafeína o placebo durante unas tres horas antes de ir a dormir. ¿Qué descubrieron? Simple: los jóvenes presentaron una mayor dificultad para conciliar el sueño, a diferencia de las personas entre los 41 y 58 años, quienes tuvieron un descanso pleno y sin alteraciones de por medio.

La investigación señala que, si luego de cierta edad el café por la noche sigue sin dejarte dormir, tu cerebro aún responde como cuando eras mucho más joven. Asimismo, los expertos indican que el envejecimiento afecta de cierta forma nuestra forma de dormir y, con ello, la complejidad en la funcionalidad neuronal de nuestro cerebro.

Finalmente, los científicos revelan que tomar café por la noche es menos perjudicial tras los años. Según Guiseppe Plazzi, profesor de la Universidad de Módena: "A quienes ya no son tan jóvenes, les queda el consuelo de poder disfrutar de un buen café luego de cenar". Una respuesta alentadora para los adultos de la mediana y tercera edad.