Encuentra piedras fluorescentes tras plantar un árbol y el museo se las confiscó: "me dijeron que era por el bien de la ciencia"

Un descubrimiento inesperado. Un vecino de la comunidad de Sain-Aventin, un pueblo pequeño perteneciente a los Pirineos franceses, identificado como Julien Mercier, descubrió una especie de rocas fluorescentes al realizar un pequeño hoyo en su jardín para plantar un árbol de cerezo. No obstante, tras compartir su hallazgo en redes sociales, llamó la atención de los representantes del Museo Regional de Geociencias, quienes se llevaron dichas rocas luminosas. ¿Qué sucedió con ello? ¡Sigue bajando para conocer más detalles!

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Hombre encuentra piedras fluorescentes en su jardín

Lo que inició como una simple acción de jardinería se convirtió en un tormento para Mercier. "Solo quería plantar un cerezo para mis nietos y, de repente, vi que algo brillaba bajo la tierra", declaró el hombre para el portal francés placeronde.fr.

Inicialmente, lo que captó su atención fueron unos destellos verdosos y azulados que se intensificaban bajo el sol, adquiriendo un brillo más notorio cuando se les apuntaba directamente y reflejando una luz ultravioleta nunca antes vista.

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¿De dónde provienen estas piedras fluorescentes?

Asombrado ante tal descubrimiento, Mercier compartió el momento por redes sociales, donde finalmente el hallazgo llegó hasta el Museo Regional de Geociencias, quienes acudieron al lugar y confiscaron las piedras con la justificación de que serían analizadas con fines científicos.

Tras obtener las piedras, los especialistas en geología del museo realizaron un estudio preliminar in situ, donde se evidenció que las piedras eran una serie de especímenes raros de fluorita, una piedra conocida por sus propiedades fluorescentes bajo la luz ultravioleta.

¿Qué decisión tomó el museo tras conocer el valor de las piedras?

El hombre francés comentó para el portal francés que las autoridades del museo solo se llevaron las piedras y que jamás volvió a recibir noticias sobre algún tipo de compensación.

"Vinieron, lo recogieron todo y no volvieron. Me dijeron que era por el bien de la ciencia, pero nadie me ha explicado nada ni me han dado compensación alguna", declaró.

Esta historia ha generado controversia no solo en la comunidad de Sain-Aventin, sino en la región francesa, que debate sobre la propiedad de aquellos recursos geológicos encontrados en territorios privados. En Francia, la ley establece que el Estado o las instituciones científicas pueden reclamar algunos objetos considerados como valor patrimonial o científico; no obstante, la normativa es confusa con respecto a las compensaciones para quienes realizan el descubrimiento, como en el caso de Mercier.