¿Cuántas veces es seguro reutilizar el aceite de cocina? La ciencia advierte sobre los riesgos de esta práctica común

Si existe un producto indispensable para la preparación de cualquier platillo, es el aceite, una sustancia grasosa de origen vegetal, animal o sintética.

No obstante, el uso frecuente de este componente ha generado dudas sobre cuántas veces es seguro utilizarlo, ya sea para realizar otros platillos adicionales con el fin de "ahorrar" más producto, o si se debe desechar del todo para evitar complicaciones en la salud.

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¿Reutilizar aceite en exceso podría tener consecuencias graves en la salud?

Según Heinz Wuth, especialista en gastronomía científica, por más que el aceite pueda estar en buenas condiciones, sus propiedades pueden generar riesgos en la salud a largo plazo, como enfermedades cardiovasculares, cáncer y problemas digestivos, por lo que es una sustancia engañosa.

“Al calentar y freír constantemente, las moléculas de ácido graso del aceite se empiezan a romper”, señaló el especialista. Por ello, es recomendable no reutilizarlo más de dos o tres veces como máximo, ya que su calidad se reduce luego de cada preparación, ocasionando sabores desagradables.

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¿En qué condiciones debe estar el aceite para ser reutilizado?

Según Wuth, los factores para la reutilización del aceite dependen de la cantidad de tiempo que tarden las personas en freír o cocer sus alimentos, la manera en la que lo realizan, la cantidad de aceite que usan y la temperatura.

En relación a ello, lo ideal sería cocinar los alimentos sin superar los 190 grados centígrados; por otro lado, para los productos que sean a base de agua, como pescados y carnes, deben ser freídos correctamente.

¿Cómo limpiar correctamente el líquido después de la cocción?

• Dejar que enfríe.
• Filtrar el líquido con un colador de metal.
• Eliminar impurezas y restos de comida.
• Guardar en un envase de vidrio; este debe estar totalmente cerrado y en una zona con poca luz.

Además, el especialista recomienda dar una correcta revisión al aceite antes de volver a usarlo nuevamente; esto es ideal para comprobar que el producto no tenga mal olor, color oscuro o residuos de comida carbonizada.