Ingeniero aerorespacial revela las razones técnicas y físicas por las que no hay paracaídas en los aviones comerciales
El especialista explica que las puertas de estos aviones solo se pueden abrir a diez mil pies, lo que complica el uso de paracaídas en emergencias.
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Una duda que ha persistido durante décadas tras los desafortunados accidentes en aviones es sobre el uso de paracaídas para los pasajeros. Ante ello, en una entrevista para el canal de YouTube The Wild Project, el ingeniero aeroespacial Sergio Hidalgo responde de manera sorpresiva ante esta interrogante.
Hidalgo resaltó que existen ciertas limitaciones físicas, las cuales impiden la inclusión de estos objetos bajo los asientos de los pasajeros de vuelos comerciales. Asimismo, durante la entrevista se aclararon otras dudas referentes a la seguridad aérea, y con ello la aparente eficiencia del uso individual de un paracaídas en situaciones de emergencia.

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¿Qué impide que los aviones lleven paracaídas individuales a bordo?
Según Hidalgo, se trata más de una cuestión física: "primero porque no se puede abrir la puerta", resaltó. La estructura de las aeronaves comerciales cuenta únicamente con puertas herméticas, las cuales se mantienen cerradas por la presión de la cabina, y únicamente se podrían abrir a diez mil pies. Además, en ese mismo instante del accidente, el tiempo de reacción sería insuficiente.
Asimismo, señaló que las dificultades ante una emergencia real, puesto que los pasajeros podrían estar flotando en el aire; esto hace imposible que se ubiquen en el asiento asignado e utilicen el supuesto paracaídas.

¿Qué impide que los aviones lleven paracaídas individuales a bordo?
En contraste a ello, el especialista aclaró que sí existen sistemas de paracaídas en aeronaves; no obstante, estos únicamente se usan para aviones pequeños de máximo cinco o seis pasajeros, un escenario totalmente diferente al de un avión comercial, donde el tamaño de un paracaídas sería complicado debido a su peso.

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Dudas comunes ante un viaje en avión: asientos seguros y turbulencias
Otro de los temas relacionados con vuelos comerciales durante la entrevista fue sobre cuál es el asiento más seguro del avión. Ante ello, Hidalgo respondió lo siguiente: "la parte trasera del avión es la más segura, ya que la delantera es la que primero se estrella”. Estos datos ya han sido identificados a través de análisis previos de accidentes aéreos pasados, donde las zonas traseras han evidenciado un daño menor tras el impacto.
Asimismo, se tocó el impacto de las turbulencias, un miedo recurrente en ciertos usuarios. La respuesta del ingeniero fue tajante, pues indica que es imposible que una turbulencia pueda derribar un avión, debido a que el diseño de estos equipos aéreos tiene altos márgenes de seguridad.
Hidalgo puntualizó que las alas tienen una flexibilidad extrema para soportar los niveles de turbulencia que se producen en el aire, cuando la atmósfera está en pleno movimiento. Al momento en que una corriente de aire choca desde abajo, esto logra alterar temporalmente el avión, generando choques bruscos. No obstante, no es ningún símbolo de peligro para la aeronave ni para los pasajeros que viajan en ella.
Periodista especializada en ciencia, tecnología y salud. Bachiller en Periodismo de la Universidad Jaime Bausate y Meza. Redactora en El Popular, interesada en temas relacionados con estudios científicos, eventos astronómicos, hallazgos y más.