La pérdida de un familiar es un dolor insuperable, pero también las mascotas llevan su propio duelo, tal es el caso de Bobby, un perrito que no superó la muerte de su dueño y decidió quedarse a vivir junto a su tumba en un cementerio de Río Negro, en Argentina.
El indefenso can llegó hasta el cementerio municipal de General Roca acompañando el féretro de su amo, lugar que se ha convertido en su nuevo hogar. La conmovedora historia de la mascota ha sido comparada con la de Hachiko, un perro que esperó a su dueño durante 10 años.
“Hace tres años murió su dueño y desde entonces nunca ha salido del cementerio. Se quedó porque su dueño está enterrado acá”, contó Daniel Cisterna al portal Crónica. Cisterna trabaja como sepultador en el cementerio y se ha convertido en el único 'amigo' de Bobby.
Según contó al medio argentino, la mascota fue buscada por los familiares de su dueño, pero él no cambió de opinión y pese a tener un hogar a donde llegar, decidió quedarse junto a su fiel compañero.
“Mi tarea es sepultar, caminar, recorrer el cementerio y Bobby anda a la siga mía. Cuando entro a las 13 y escucha la moto siempre me viene a recibir y cuando me voy me acompaña hasta la florería y pega la vuelta”, relató.
Cuando hay funerales, el perro acompaña a los presentes en el sepelio y se acuesta junto a la familia en duelo y se queda mirando el ritual. “Parece que comprendiera su dolor”, señalan.
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