El Ministerio de Salud confirmó hace unas semanas que el COVID-19 en Perú registró el inicio de la cuarta ola y con ello el aumento de los casos. No obstante, Jorge López, titular del Ministerio de Salud, destacó que “un buen número de la población está vacunada contra la enfermedad, pero ello no implica que las personas se confíen”.
José David Urbaez Brito, presidente de la Sociedad Brasileña de Enfermedades Infecciosas (SBI) del Distrito Federal de ese país, destaca la importancia de las pruebas para detectar adecuadamente el COVID-19. "Siempre que se presentan síntomas de infección respiratoria, como tos, secreción nasal, dolor de garganta, entre otros, es fundamental buscar el diagnóstico correcto", enfatiza.
El primer grupo que se beneficiaría de una serie de exámenes tales como pruebas de sangre o imágenes magnéticas son precisamente aquellos que tuvieron COVID-19, sea este leve o severo. "Los exámenes deben indicarse según los riesgos individuales. En un paciente que haya tenido fallos respiratorios, que sea adulto mayor, que sufra de problemas inmunes o que haya sido diagnosticado con enfermedades crónicas, tales como la hipertensión y la diabetes, hace sentido tener mayor seguimiento", explica el experto en infecciones Evaldo Stanislau de Araújo, del Hospital de las Clínicas en Sao Paulo, en Brasil.
Por otro lado, si una persona sea joven o adulta mayor tuvo un caso de COVID leve o hasta quizá asintomático, el mismo no debe ser considerado como un problema sin importancia porque la enfermedad en sí es mortal. Lo que especialistas de la salud indican es que lo mejor es que las personas una vez que padecieron coronavirus se realicen estudios médicos cada tres meses.
Asimismo, es bueno recalcar que la enfermedad es nueva y no puede ser considerada como una amenaza leve porque ya existan vacunas. En realidad, la pandemia ocasionada por el nuevo coronavirus demostró lo vulnerable que es el ser humano y que al mínimo descuido las consecuencias pueden ser mortales. Otro detalle del COVID-19 es las secuelas que deja porque últimamente se ha reportado mucho el COVID prolongado, el cual es el desarrollo de los síntomas de la enfermedad pese a estar sanos y generalmente se muestra con el agotamiento o fatiga exagerada.
El sistema de salud de Reino Unido, el NHS, advierte que luego de la covid, muchas personas también pueden sentir dificultad para respirar, dolor en el pecho, problemas de memoria y de concentración, palpitaciones, náuseas, dolor de las articulaciones, depresión y ansiedad, dolor de oído, pérdida de apetito, pérdida del olfato o el gusto y enrojecimiento de la piel es por ello la necesidad de llevar un control médico por lo menos cada 3 meses.
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