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Trucos caseros: conoce cómo arreglar una puerta que roza en el suelo o se atasca

¿Al abrir o cerrar la puerta de tu casa generan ruidos molestosos? En esta nota te damos algunas soluciones para solucionar tan ruidoso problema.

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Conoce en esta nota cómo arreglar una puerta que roza en el suelo o se atasca. | Foto: The Spruce

En muchas casas siempre surge el problema de tener una puerta que no se encuentra ajustada de la madera correcta, lo que genera roces y hace incluso que se puede llegar a atascar. Es por ello, que te vamos a explicar cómo reparar una puerta que roza con el suelo de una manera fácil y sencilla.

Cuando tenemos este tipo de situaciones en casa, lo primero que demos hacer es identificar el problema. De modo que, se podrá adoptar la solución para cada caso.

¿Cómo arreglar una puerta que roza en el suelo?

Para arreglar una puerta que roza con el suelo, debes seguir los siguientes pasos:

  • Primero, hay que detectar el punto exacto donde roza la puerta. Para ello se usará una hoja de papel entre la propia puerta y el suelo hasta que se pueda dar con la zona que hay que rebajar; y luego se marcarán los puntos que delimitarán la superficie donde se trabajará.
  • Luego, se situará la puerta sobre unos caballetes para poder trabajar de manera adecuada. De esa forma, procederemos a usar una lijadora para repasar las zonas que provocan el rozamiento, así como una lija hasta que se elimine la madera que provoca los roces.

Se debe de identificar el problema que provaca el ruido al cerrar la puerta. Crédito/ Pexels.

  • Hecho lo anterior volveremos a colocar la puerta sobre las bisagras y se probará que no hay roces.
  • Sin embargo, también existe otro truco más sencillo para poder reparar roces pequeños: para ello solo hay que colocar papel de lija en el suelo, debiendo fijarla al suelo con cinta adhesiva para que no se mueva. Luego, habrá que abrir y mover la puerta hasta que se vaya lijando la madera, de forma que se solucione el roce.

¿Por qué las puertas se atascan?

Las puertas suelen pegarse en verano, debido a que la humedad es relativa. La humedad expande la madera, haciendo que las puertas queden demasiado apretadas en sus marcos. En el invierno, los niveles de humedad suelen ser más bajos porque el aire más frío no puede retener tanta humedad.

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