En esta semana, se presentaron en el Perú los primeros casos de la denominada “hija de la ómicron”, la subvariante BA.2. Si bien es muy temprano para discutir sobre sus características particulares, sí es importante recordar el riesgo que esta enfermedad infecciosa conlleva.
Para el epidemiólogo y docente de la facultad de ciencias de la salud en la UPC, Dr. William Valdez, nos ayuda a repasar información relevante sobre la variante ómicron y qué medidas tener en cuenta al respecto.
Los síntomas se mantendrán parecidos a las variantes anteriores. Según lo analizado en los reportes de vigilancia hacia enfermos contagiados con la variante ómicron, se observa en este orden de frecuencia: secreción nasal, dolor de cabeza, fatiga, estornudos y dolor de garganta. No obstante, a diferencia de otras variantes, se ve con menor frecuencia alteraciones en el gusto y olfato.
El doctor Valdez hace énfasis en que cualquier persona puede contagiarse con la variante ómicron, incluso cuando ha habido contagio previo y habiendo recibido el esquema completo de las vacunas. Ello se debe a que esta, por las propias mutaciones que tiene, escapa de las barreras de defensa de las personas.
A pesar de que todavía no existan estudios concluyentes, se ha encontrado en investigaciones preliminares realizadas sobre la efectividad de vacunas de tipo ARN mensajero en Estados Unidos, que las hospitalizaciones se reducen en un 90% en pacientes con la dosis de refuerzo. En el caso de pacientes con solo dos dosis, la efectividad se reduce al 57%. Valdez hace hincapié en la importancia de la dosis de refuerzo, ya que la efectividad disminuye pasados los 4 a 6 meses de la aplicación de la segunda dosis de la vacuna.
Hay que sumar los factores de riesgo propios del individuo. Por ejemplo, si es un adulto mayor, si tiene obesidad, diabetes, hipertensión, cáncer u otra enfermedad que le disminuya la inmunidad. Es por ello que se ha observado casos graves en personas completamente vacunadas, aunque se ve con poca frecuencia.
Por último, es importante recordar que las medidas a tomar después del contagio son las mismas ante cualquiera de las variantes del COVID-19. Es decir, mantenerse en aislamiento, vigilar los signos de alarma y tomar medicamentos para los síntomas previa consulta con un médico. También es necesario avisar a las personas con las que se ha estado en contacto para que entren en cuarentena y se realicen la prueba diagnóstica en caso presenten los primeros síntomas.
En razón a que esta variante es sumamente contagiosa, hay una elevada probabilidad de contagio dentro del hogar, por lo que se debe extremar las medidas de aislamiento y así evitar que el virus siga avanzando entre nuestra familia.
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