El pavo es el protagonista de las fiestas navideñas, así que si vas a cocinarlo, debes conocer cuáles son las partes de este animal que más sabor y jugosidad concentran. Aquí te lo explicamos.
Cuarto trasero. Este corte, que incluye la pierna, el muslo y parte del lomo, es el más jugoso y sabroso del pavo.
Se sugiere cocinar este corte a la naranja. Salpimentamos cuatro muslos, los extendemos sobre una bandeja y los introducimos al horno -previamente precalentado a 180ºC- durante veinte minutos. Pasado este tiempo, los pintamos con mostaza, los regamos con un chorro de brandi y dejamos que se cocinen durante diez minutos más. Finalmente, agregamos el zumo de tres naranjas y los cocemos diez minutos más.
Muslo. De color oscuro, con una textura tierna y jugosa y un gusto similar al del pollo.
Se puede cocinar a la cerveza. Salpimentamos, enharinamos y freímos dos muslos en una sartén con un chorro de aceite de oliva, y reservamos. A continuación, pochamos una cebolla en una cazuela con aceite de oliva. Cuando esté tierna, le agregamos los muslos, 33 cl de cerveza y, finalmente, dejamos que se hagan durante veinte minutos.
Pechuga. Este corte es extraído de la musculatura de la parte del pecho previamente deshuesada. Tiene un sabor suave y delicado y una textura tierna. Como mejor sabe es a la plancha o a la parrilla y con un punto de cocción interior poco hecho.
Sin embargo, dada su textura, admite de buen grado las salsas y las especias, pues enaltecen su sabor y le aportan un extra de jugosidad.
Puedes prepararla de la siguiente manera: Rebozamos tres pechugas en harina y las freímos en una sartén con aceite de oliva. Cuando hayan adquirido un tono dorado, les agregamos un chorro de vino blanco y las cocinamos hasta que el alcohol se evapore por completo. Para terminar, le echamos el zumo de un limón natural, luego medio litro de caldo de ave, después sazonamos con sal y, finalmente, las cocinamos durante media hora aproximadamente.
Lomo. Se extrae de la cara interior de la pechuga del ave. Ofrece una textura tierna y un sabor muy delicado. Se puede cocinar a la plancha o frito, pero al horno es como mejor se aprovecha su potencial.
Puedes cocinarlo así: Salamos los cortes de lomo y los sellamos en una sartén con aceite de oliva. A continuación, les agregamos 200 ml de crema de leche y los llevamos a ebullición.
Parra terminar, le incorporamos el queso azul troceado, dejamos que se deshaga a fuego lento y removemos hasta lograr una crema fina y carente de grumos.
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