Todos en algún momento hemos sufrido con la tos y, de hecho, especialistas indican que la acción de toser libera a los pulmones de irritantes y excesiva mucosidad, también contribuye a la eliminación de gérmenes para evitar una infección que pondría en riesgo tu salud. En esta nota, te decimos los remedios caseros para eliminar la tos.
Actualmente ya no es necesario recurrir a una pastilla para calmarlo pues hay varias maneras para aliviar la tos. Una de ellas son los remedios naturales.
La tos nocturna, en la mayoría de casos, ocurre porque hay cierta humedad en el ambiente. Trata de utilizar humidificadores o recipientes con agua sobre todo en tu dormitorio. Esto causará que la mucosidad no sea tan espesa y puedes expulsarlo provocando que se reduzca la tos.
Un buen remedio casero para las embarazadas que tienen tos con flema es el jarabe de miel con jengibre y limón pues la miel calma la región de la garganta, aliviando la tos, el jengibre posee propiedades antiinflamatorias y expectorantes. Cabe mencionar que no debes de abusar en su ingesta.
El té de menta es un gran remedio pues ayuda a adormecer las terminaciones nerviosas en la garganta que se irritan debido a la tos por lo que alivia el dolor y calma la necesidad de toser.
Este es uno de los remedios más utilizados para calmar la tos y consiste en cortar una cebolla por la mitad y dejarla en la mesita de noche mientras duermes o muy cerca de ti. Los compuestos de esta verdura se van liberando después de cortarla.
Debido a que los diabéticos no deben consumir ciertos alimentos para no subir su glucosa, pueden optar por hacer gárgaras con agua salada pues ayuda a reducir la inflamación. Mezcla media cucharadita de sal con un vaso de agua templada. Toma pequeños sorbos y haz gárgaras durante 20 segundos.
Ten en cuenta que la tos no perjudica al recién nacido, pero si es intensa deberías de consultarlo con tu médico. Un remedio casero para la madre es tomar leche con miel y limón
Una infusión de orégano y propóleos ayuda a mejorar la carraspera. Solo debes de hervir una taza de agua, añade una cucharadita de orégano seco o fresco, deja hervir unos minutos (no más de 5) y agrega unas gotas de propóleos, según tu edad. Puedes endulzarlo con un poco de miel.
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