¡Atención! Las secuelas que deja el Covid-19 afectan a nuestro organismo alterándolo y haciendo un poco más difícil la calidad de vida. En muchos casos los órganos y sentidos quedan afectados.
La mayoría de pacientes que han superado el covid-19 con sintomatología leve-moderada presenta como una secuela inmediata la pérdida del olfato y el gusto.
Un estudio realizado con 417 pacientes afectados por el virus en España, Francia, Bélgica e Italia, se observó que cerca del 80% de ellos refiere una pérdida total del olfato, y el 88% tiene dificultades para identificar sabores como el dulce, salado o amargo.
Por otro lado, se concluye también que existe una mayor susceptibilidad de las mujeres a desarrollar estas disfunciones.
Asimismo, otros especialistas señalan ahora que las medidas de confinamiento y distanciamiento social han afectado a otro de los sentidos: el tacto.
El tacto es crucial para nuestro equilibrio biológico, psicológico y social. Sus beneficios son inherentes a la sustancia que une a la humanidad, ya que ha permitido redes de colaboración, afirmó la neurocientífica Helena Wasling.
“Uno es el efecto fisiológico. Cuando nos tocamos, podríamos haber reducido el estrés, sentirnos seguros, podríamos tener una presión arterial más baja y saber que tocar de humano a humano en realidad nos conecta y forma relaciones y lazos entre las personas y esos lazos son absolutamente esenciales para vivir una vida humana plena”, explicó Wasling.
Las fibras nerviosas que conectan la piel al cerebro hacen que el tacto transmita toda clase de información que beneficia a la mente y el organismo, afirmó la investigadora.
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