La disfunción eréctil es un problema que sufren muchos hombres, la mayoría pasando los 50 años y otros con menor edad. Son muchos los factores que influyen para que no haya una erección, desde físicos hasta psicológicos.
Varían según la edad:
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Existen diversos tratamientos para la disfunción eréctil, recomendados y aplicados por el especialista, andrólogo-urólogo, de acuerdo a cada caso.
Estos pueden ser fármacos orales (como el viagra, entre otras), cremas (con un efecto similar a las pastillas, y con menos efectos secundarios), ondas de choque (ondas acústicas de baja intensidad que crean pequeños vasos sanguíneos dentro del pene).
Asimismo, sustitutos de testosterona (tratamiento específico para los pacientes que tengan niveles bajos de testosterona), inyección intracavernosa (se trata de que el paciente se ponga una inyección en el pene) o implante de prótesis de pene (consiste en colocar una prótesis peniana).
En los menores de 40, el origen suele ser psicológico y estar relacionado con acontecimientos vitales traumáticos, el temor al fracaso o las falsas expectativas.
El miedo a fallar inhibe, tensa y hace más difícil conseguir la erección.
También los tópicos del cine para adultos crean unas idealizaciones y expectativas (cuerpos, posturas, duración) que no son reales en una relación habitual.
Si estás pasando por esta situación, aquí algunos consejos: asumir que es normal. Los problemas de erección le pasan al 21 % de los hombres y a uno de cada diez jóvenes.
No preocuparse en exceso. Tener en cuenta que la preocupación es el principal factor paralizante. Hablar con la pareja o acudir a terapia.
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