¡Gran noticia! Las madres que se encuentren dando de lactar y que se hayan inoculado con la vacuna contra el COVID-19 de Pfizer y Moderna habrían generado un anticuerpo protector que le podrían transmitir a su bebé mediante su leche, de acuerdo a un estudio del Hospital Universitario Nuestra Señora de la Candelaria, en Tenerife, España.
El estudio que se realizó con una muestra de 90 madres lactantes, una embarazada y nueve madres sin vacunar demostró que estas vacunas (Pfizer y Moderna) son efectivas y seguras pues ninguna tuvo algún tipo de reacción adversa grave y los bebés tampoco presentaron problemas.
La jefa de Neonatología del Hospital Universitario Nuestra Señora de la Candelaria, Sabina Romero, señaló que, en una entrevista para la agencia Efe, después de analizar la sangre y la leche de estas mujeres se concluyó que la vacunación en madres lactantes es “eficaz y segura”.
“Los resultados alientan a todas las mujeres lactantes que estén dando el pecho a vacunarse con las vacunas basadas en ARNm sin interrumpir el amamantamiento”, afirmaron Erika Esteve y Vicens Díaz de Brito, médica adjunta y jefe del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital de Sant Boi (Barcelona) del Parque Sanitari Sant Joan de Déu, respectivamente.
No obstante, en el estudio no se incluyó el efecto que puede tener la vacuna AstraZeneca, pero confían a que suceda lo mismo que con Pfizer y Moderna. Cabe indicar que esta experimentación todavía continua y a los seis meses le volverán a hacer un control para conocer si se mantienen los mismos niveles de anticuerpos en sangre y comprobar si se han infectado contra la COVID-19.
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