Llegó el otoño y con eso el frío; por tanto, el caldo de pollo es la comida más preparada en este tiempo. A la hora de preparar este platillo pudiste percibir una extraña espuma de color blanco que probablemente te sorprendió.
Pocos conocen el significado de estas burbujas pequeñas que se colocan en la parte superior. Algunos expertos de la cocina respondieron la inquietante pregunta, a continuación conoce con más detalle sobre este líquido que aparece de forma inesperada en la sopa.
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El chef Enrique Sánchez explica que la espuma en el platillo es un exceso de grasa que puedes ver primero reflejado en la olla de preparación y lo más importante es saber que puedes descartarlo al momento de servir para que el alimento sea más digerible.
Cuando el pollo comienza a prepararse y logra cocerse se liberan coágulos de proteínas, acompañados de grasa. En cuanto el agua del caldo va hirviendo, las proteínas del pollo se parten y se disuelven logrando colocarse en la parte del centro de la olla.
Al final de este proceso se desnaturalizan y se forman ciertos grumos los cuales deben eliminarse para que no afecten el sabor del caldo. Es por esto que una vez que la espuma se forma es necesario sacar lo más posible de la olla.
Sánchez explica que “en el caldo se forma exceso de grasa cuando cocinamos y puedes quitarlo, pero eso es opcional, si no lo vas a consumir en ese momento deja que se enfríe, lo guardas en la nevera y una vez que está frío la grasa quedará arriba como si fuera manteca y lo puedes quitar con una cuchara sin problema”.
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Muchas veces al cocinar caldo de pollo se crea una espuma en la superficie, este líquido extraño son las impurezas y bacterias de los alimentos que se están cocinando, en este caso del pollo.
Esta espuma son proteínas insolubles coaguladas, que no matarían a nadie si se dejan, pero resulta desagradable a la vista así como también altera el sabor.
Si las dejan en el agua durante todo el tiempo de cocción, las proteínas se volverán todavía más compactas y acabarán formando unas sucias motas grises, muchas de las cuales se pegarán a las paredes de la olla a la altura del nivel del agua creando un cerco de suciedad.