Adentrarse en el mundo de la intimidad es un viaje constante de exploración y aprendizaje. Mejorar en las posiciones sexuales no solo es una oportunidad para incrementar el placer, sino también para fortalecer la conexión con tu pareja.
Si bien la posición del misionero es conocida por su simplicidad esconde un vasto potencial para la satisfacción sexual y el fortalecimiento del vínculo entre parejas. En la siguiente nota, te contamos los tips ideales para tener una excelente experiencia con esta posición.
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De acuerdo a la información de la revista Men's Health, para tener un buen desempeño y placer en la práctica del misionero es importante tener en cuento estos criterios, según lo indicado por especialistas en sexología y psicología:
Es crucial realizar un adecuado calentamiento previo. Puedes comenzar brindándole cariño a sus pechos o practicando sexo oral. También, explorar con suavidad tu pene en su vagina, rozando delicadamente contra su clítoris o penetrando unos pocos centímetros.
Se recomienda jugar con los pezones y a la preferencia de cada pareja (mordiendo, chupando o masajeando con diversos niveles de intensidad). Estimula también otras zonas erógenas que sabes que la excitan. Si desconoces cuáles son, es probable que no hayas dedicado suficiente tiempo a conversar al respecto. La comunicación es esencial para un encuentro sexual satisfactorio para todos los involucrados.
Empieza con movimientos suaves y ve aumentando el ritmo a medida que ambos se calientan. No obstante, sé cauteloso, ya que a veces disminuir la velocidad después de acelerar un poco puede resultar emocionante, multiplicando las sensaciones y preparando el terreno para un orgasmo memorable.
Lo fascinante de esta posición radica en la capacidad de ajustar fácilmente la zona y la intensidad de la estimulación mediante sutiles cambios en los ángulos de penetración.
Para llevar la experiencia a un nivel más elevado, considera la introducción de vibradores antes y durante la penetración. Si el penetrador deja un espacio, la pareja puede colocar el vibrador sobre el clítoris para una experiencia desbordante de placer.
Colócala con delicadeza sobre la espalda, ya sea en la cama o en una superficie cómoda. Siéntate o arrodíllate con suavidad entre las piernas de tu pareja, creando un espacio íntimo para ambos. Asegúrate de que ambos estén preparados y excitados para el encuentro. Guía tu pene con suavidad hacia la vagina, permitiendo una entrada gradual y placentera.
Inicia con movimientos suaves y pausados, explorando ritmos que se ajusten a la comodidad de ambos. La clave está en la conexión y la armonía. Explora caricias adicionales para enriquecer la experiencia. Mantengan la conexión emocional, permitiendo que la intimidad se convierta en un momento especial y compartido.
Periodista especializado en actualidad, vida y deportes. Bachiller en Periodismo en la Universidad Jaime Bausate y Meza. Redactor en El Popular. Interesado en temas relacionados como economía, coyuntura nacional e internacional, trucos caseros y educación.