Lamentablemente el cigarro para muchos es sinónimo de relajo y satisfacción. Y es que una vez que incorporas el cigarro en tu vida, es muy difícil abandonarlo debido al fuerte poder adictivo que tiene. Pero ¿qué tan dañino puede llegar a ser para nuestra salud?
De acuerdo al último estudio poblacional realizado por la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (DEVIDA), cada año alrededor de 200 000 peruanos se inician en el consumo de tabaco, gran parte de ellos en edades entre los 8 y 11 años, quedando expuestos a desarrollar diversas enfermedades, como el cáncer.
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Es que el consumo de cigarro genera 16,000 muertes al año y las cifras no disminuyen principalmente por la falta de una cultura de prevención.
En ese sentido el doctor Enrique Ferrer, cirujano torácico de Oncosalud, desvirtúa los mitos más comunes y explica cuáles son los efectos reales que ocasiona en nuestro organismo:
Falso. Diversos estudios médicos han demostrado que fumar está relacionado directamente con la aparición de hasta 14 tipos de cáncer. Las sustancias tóxicas entran al torrente sanguíneo y se trasladan por todo el cuerpo.
Por ese motivo, aparecen cánceres en nariz, boca, lengua, esófago, faringe, garganta, laringe, además de pulmón. Sin embargo, también en lugares impensados como mama, cuello uterino, vejiga, páncreas, ovario y estómago.
Falso. Debido a la dependencia que genera, el tabaco produce una falsa sensación de tranquilidad, la cual concluye inmediatamente después de terminar de fumar. En realidad, por la presencia de nicotina, el cuerpo pedirá fumar con mayor recurrencia y eso generará estrés adicional.
Falso. El fumador social es aquella persona que solo fuma en eventos sociales. Sin embargo, consumir un solo cigarro periódicamente cuenta con las toxinas suficientes para desarrollar enfermedades respiratorias o cáncer. Además, mezclarlo con alcohol en estos eventos sociales potencia el daño.
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Falso. Durante la época de invierno muchas personas fuman para supuestamente reducir la sensación de frío. Lamentablemente, genera el efecto contrario: El cigarro tiene la propiedad de bajar la presión, por lo que luego podrían sentir más frío que el que tenían inicialmente.
Falso. Las ventajas no de fumar son altas: Apenas 20 minutos después de dejar el cigarro la frecuencia cardíaca y la presión arterial se normalizan, a los tres días el cuerpo elimina todas las toxinas, a los tres meses, la tos desaparece. Todo esto es perfectamente perceptible por el exfumador
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