Nuestro organismo tiene un mecanismo de defensa para expulsar de nuestras vías respiratorias las sustancias dañinas como el polvo, exceso de mucosidad u otro objeto extraño: la tos.
Pero existen varios tipos de tos. Una que aparece al final de una gripe y otra que es seca. Esta última solo irrita las vías respiratorias y nos provoca molestias.
La tos también se da por estrés, fumar en exceso, alergia a ambientes húmedos o cálidos o por efectos secundarios de medicamentos.
Puedes controlarla con un sencillo remedio casero a base a ajos y cebolla, que puedes preparar en tu casa.
Coloca en una olla 1/2 taza de agua, agrega la cuarta parte de una cebolla mediana, 3 dientes de ajos y una rajita de kión.
Deja hervir hasta que se consuma la cuarta parte del agua que pusiste.
Retira del fuego y deja que enfríe. Luego licúa con 2 cucharadas de miel de abeja y listo. Toma una cucharadita en la mañana, tarde y noche por 2 días.
El ajo es un gran expectorante y estimulante que incrementa las defensas del organismo.
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