En plena era de las nuevas tecnologías, la vida es cada vez más sedentaria y los niños pasan sentados la mayor parte del día. ¿La solución? Fácil, que hagan ejercicios, además tiene un montón de beneficios para su salud, tanto física como mental.
En el caso de los más pequeños, además, el deporte les enseña a esforzarse y alcanzar nuevas metas, a funcionar en equipo y a cultivar la amistad y el compañerismo.
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¿Cómo conseguir que nuestros hijos se muevan del sillón y mantenerlos lejos del videojuego o el teléfono móvil durante, al menos, unas horas al día? Toma este listado y ponlo en práctica.
Uno de los errores de muchos padres es esperar que sus hijos pasen de no hacer ningún deporte a estar todo el día haciendo ejercicio.
Por eso, se propone que los niños empiecen haciendo ejercicios por sesiones de 10 a 20 minutos, se puede comenzar yendo a jugar al fútbol al parque, caminar o correr con el perro, hacer skate o hacer volar una cometa, lo importante es que tu hijo disfrute de la actividad y no se sienta que lo debe hacer por obligación.
Pregúntales a tus hijos si quieren anotarse en algún programa grupal de ejercicios, como por ejemplo danza, artes marciales o scouts. Estos grupos están en permanente movimiento y lograrán que tu hijo haga nuevos amigos.
Organiza o incentiva alguna actividad con tus hijos o ellos y sus amigos para después del colegio. Puede ser un partido de fútbol, andar en bicicleta o skate. Con 30 minutos cada día es suficiente.
Haz que tus hijos se acostumbren a respetar una rutina, de modo que cada día le dediquen 30 minutos a alguna actividad física. Esto no debería ser negociable y si en caso tienen tareas, programa con ellos en qué momento realizar el ejercicio.
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Invita a tu hijo a dejar por un rato los videojuegos o la TV y sugiérele recrear lo que estaba haciendo o viendo en la vida real, la idea es que sea algo divertido para ellos y donde la competencia sea sana.
Los niños pasan un promedio de cuatro horas al día frente al televisor, computadora o celular, por eso se recomienda que los niños menores de 2 años no pasen ningún tiempo frente a la pantalla. Después de esa edad, solo entre 1 y 2 horas de programación de calidad o juegos interactivos.
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