Según la Organización mundial de la salud (OMS) considera a la “adicción de los videojuegos” como un trastorno mental, en la cual está atacando a niños y adolescentes, afectando su aprendizaje y su entorno social.
El Médico Psiquiatra Daniel Romero, de la Clínica Versalles aclara que “La adicción a los videojuegos está considerada como parte de las adicciones conductuales”.
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Los trastornos mentales y conductuales, se caracterizan por la repetida incapacidad para resistir un impulso o urgencia de realizar un acto que sea gratificante para la persona.
Ese tipo de comportamientos, o sustancias, pueden llevar a un deterioro significativo en aspectos personales y familiares, y tener impacto en dimensiones sociales, educativas u ocupacionales de las personas.
Según explica el Médico Psiquiatra Daniel Romero, “Hace años era casi imposible pensar que un videojuego pudiera derivar en un desorden psicológico. La adicción a los videojuegos es un trastorno crónico que, como la hipertensión o la diabetes no tiene cura, pero puede superarse con un tratamiento oportuno”.
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Con respecto a los síntomas que básicamente se observa:
• Un mayor grado de irritabilidad.
• Intolerancia a la frustración.
• Algunos responden de manera agresiva y quieren todo de manera inmediata.
• Debilitamiento del rendimiento escolar o laboral por el juego.
• Expresiones de ansiedad o euforia durante la actividad.
• Dificultad en la integración e interacción social.
Cualquier dispositivo sea un teléfono celular o computadora, es válido para que niños y adolescentes se sientan atraídos por los videojuegos.
El Médico Psiquiatra Daniel Romero menciona que “Los videojuegos son un problema de conducta, y la mayoría de niños y adolescentes pueden dejar esa actividad, ya que tiene que ver con la falta de control”.
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Los videojuegos ocupan gran parte de los niños y adolescentes. Puede dejar de ser una simple diversión a un problema serio de adicción y aislamiento.
El Médico Psiquiatra Daniel Romero, menciona que “El comportamiento puede llegar a causar un deterioro significativo en las áreas de funcionamiento personal, familiar, social, educativo, ocupacional u otras”.
Se considera que un joven puede tener una adicción cuando representa una disfuncionalidad. Sin embargo el simple pasatiempo puede transformarse en problema, hace que el niño o adolescente deje de lado sus estudios, la vida social y familiar para no interrumpir su juego.
Según explica el médico psiquiatra, Daniel Romero. “Los profesionales de la salud deben reconocer que el desorden en los juegos tienen consecuencias para la salud”.
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No hay tiempo establecido, siempre y cuando realicen sus actividades normales programadas, el horario es variable.
Según explica el médico psiquiatra “Se ha visto que hay jóvenes que juegan muchas horas, y puede estar en largos periodos sin jugar. En cambio, hay jóvenes que solo tienen dos o tres horas de juego, y presentan patrones de conducta adictiva, tienen impulsividad, se exaltan rápido y hacen todo lo posible para estar jugando”.
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Para el médico psiquiatra Daniel Romero, de la Clínica Versalles “Es muy importante que los padres acepten que su hijo es adicto, solo así podrán ayudarlo”.
El tratamiento es la deshabituación, junto con la familia, poco a poco establecer reglas claras y quitar paulatinamente la actividad adictiva. Debe vigilar con quién juega su hijo y cómo lo hace.
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