¿Has notado que la ropa ya no te entra? ¿Tienes kilos de más y no sabes por qué? Quizá sea por los malos hábitos que tienes, como ir a la cama después de cenar, consumir alimentos altos en calorías y tener poca actividad física. Todo esto nos hacen aumentar de peso rapidísimo.
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Sin embargo, aunque evites lo anterior, existen otras causas que también contribuyen a esos kilos de más y que nos llevan a la frustración porque no vemos ningún resultado.
Acá te decimos cuáles son para que dejes de hacerlas.
Esas formas “mágicas” de perder peso comiendo menos, no sirven. Saltarse el desayuno o la cena es un error, ya que cuando pasamos largas horas sin ingerir alimentos, el cuerpo consume la masa muscular, ¡y no la grasa!
Por lo tanto, el metabolismo se vuelve más lento al procesar los alimentos y la comida se va acumulando en los intestinos hasta provocar inflamación.
Cuando estamos inconformes solemos comer para llenar los vacíos emocionales y no por hambre. Lo peor, es que llevamos comida nada nutritiva al estómago, creyendo que nos hará sentir bien y su efecto es todo lo contrario.
Subimos de peso y creamos un ciclo en donde nos sentimos insatisfechas, otra vez.
Una práctica que se ha vuelto muy común es no desprendernos del celular o de la computadora, aún cuando llega la hora de la comida pero, si quieres mantenerte en forma debes evitarlo.
Distraernos hace que la mente se desconcentre y que perdamos la noción de las cantidades que ingerimos. ¡Ten cuidado!
Los expertos señalan que comemos más cuando estamos disfrutando de una buena compañía, ya sea porque es un momento especial en el que vale la pena salir de la dieta, o porque pasamos más tiempo en la mesa.
¡No te preocupes! Está bien hacerlo de vez en cuando, solo procura que no se convierta en un hábito.
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A todas nos ha pasado que decidimos comprar paquetes grandes con el fin de gastar menos en el súper, ¿o no?
Lo cierto es que, cuando vemos más de un mismo producto podemos caer en la tentación de ingerir “uno más” y así, terminamos vaciando las grandes envolturas solo por intentar ahorrar un poco.
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