Una alimentación balanceada durante la tercera edad, que incluya frutas, verduras, lácteos, pescado, legumbres y agua, contribuye a para prevenir y retardar ciertas enfermedades comunes en esta etapa. Así lo afirma Mabel Vila, nutricionista del Programa Nacional “A Comer Pescado” del Ministerio de la Producción.
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En el marco del Día Nacional del Adulto Mayor, a celebrarse este domingo 26, la experta explica que en este periodo la persona es más propensa a ciertas deficiencias nutricionales debido a cambios fisiológicos, físicos y psíquicos. Alguno de estos males son pérdida de la masa muscular, anemia, problemas cardiovasculares, osteoporosis, Alzheimer y algunos tipos de cáncer.
De acuerdo a la tolerancia, Vila recomienda consumir con regularidad lácteos descremados, como la leche y el queso, así como yogur, porque contribuyen a reparar y remover los tejidos y aportan calcio a los huesos. Asimismo, se tiene que considerar los carbohidratos, como los cereales integrales, y los frutos secos porque ayudan a una mejor digestión.
Otro grupo muy importante de alimentos a considerar son las verduras de color rojo, naranja y verde oscuro, ya que aportan vitaminas, como el complejo B, la vitamina C, carotenos y licopenos, que son excelentes antioxidantes y contienen fibra dietética. Las frutas, en general, deben consumirse un mínimo de dos porciones al día.
Respecto al tipo de carne, se debe moderar el consumo de las rojas y optar por el pescado, por lo menos, tres veces a la semana porque aporta proteínas, vitaminas, minerales y omega 3. “Esta grasa esencial posee un efecto protector del sistema cardiovascular, ayuda a reducir la degeneración macular, enfermedad que causa ceguera, y contribuye a prevenir el Alzheimer”, indica la especialista.
MIRA TAMBIÉN: Nutrición: conoce lo que origina la osteoporosis en mujeresUn aspecto fundamental durante esta etapa es una adecua hidratación, a fin de prevenir estreñimientos. Por eso, se debe disminuir el consumo del té y el café, beber agua con poco azúcar en los intervalos de comida y reducir las bebidas alcohólicas. Asimismo, evitar alimentos con harinas refinadas, disminuir el consumo de sal y realizar alguna actividad física de 40 minutos a 1 hora diaria.
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