¿Tienes problemas para elegir la base de maquillaje? Tranquila, es muy posible que no consigas una que te encante a la primera, pero con unos pequeños consejos, tu búsqueda resultará un poco más fácil.
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Primero, comienza por tu tipo de piel. En función del tipo de piel que tengas, elegirás la textura que vaya más acorde y conseguir así mejores resultados.
Si tu piel es seca opta por bases de maquillaje fluidas. Normalmente las bases líquidas poseen componentes más hidratantes que el resto.
Si tienes la piel grasa, las bases de maquillaje en polvo, semicremosas o emulsiones son tus aliadas. En su formulación no poseen tanta hidratación, y algunas incluso pueden ser astringentes, así que perfecto, evitaremos que nos salga brillo.
En caso de que tu piel sea normal estás de suerte, ya que para ti la textura de la base de maquillaje no es ningún problema. Aun así fíjate los efectos de cada una. La mousse produce un efecto más natural, las líquidas hidratan y los polvos y bases cremosos son mejores cubriendo.
Escoge el color adecuado: Elige la base de maquillaje que coincida exactamente con tu tono de piel. Te la debes probar en el mentón, en la parte inferior de la mejilla o en el hombro porque es muy importante que los tonos del rostro sean iguales al cuerpo y no sean dos tonos distintos.
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