¿Se acabaron los huracanes? Nuevo mapa muestra zonas en alerta y clima extremo en EE. UU.

Una masa de aire gélido se desplazará este lunes 3 de noviembre por gran parte del noreste de Estados Unidos, mientras un poderoso río atmosférico avanza desde el Pacífico, elevando el riesgo de lluvias intensas en el noroeste a mitad de semana. Al mismo tiempo, el Servicio Meteorológico Nacional (NWS) advierte temperaturas cercanas o por debajo del punto de congelación en el sur del país. Aunque la temporada de huracanes continúa hasta finales de noviembre, no se anticipan nuevos sistemas tropicales por ahora.

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Heladas y neblina en el sur de EE. UU.

Los avisos por frío extremo permanecen activos en varios estados sureños, donde se espera que las mínimas caigan hasta cerca de 33°F (0,5°C). Los condados de Wilcox, Clarke y Choctaw en Alabama, junto con Wayne en Mississippi, serán algunos de los más afectados. En el norte de Alabama, se suma una densa niebla que reducirá la visibilidad a solo un cuarto de milla (0,4 km), complicando la circulación en las horas iniciales del día, según el centro meteorológico de Huntsville.

Arkansas también se encuentra bajo alerta por heladas matutinas. Ciudades como Little Rock, Pine Bluff y Hot Springs sentirán el avance del aire gélido, con temperaturas que rozarán o incluso bajarán del punto de congelación en áreas rurales. Las autoridades recomiendan proteger vegetación y cultivos ante el riesgo de daños severos por frío.

Lluvias, vientos y posible nieve en el noreste

Mientras tanto, un frente frío recorrerá el noreste y la región de los Grandes Lagos, dejando lluvias intermitentes y ráfagas de viento. Las precipitaciones serán ligeras pero constantes, y en zonas elevadas de los Apalaches podrían transformarse en nieve hacia el martes por la mañana. Los vientos alcanzarán entre 25 y 35 mph (40 a 56 km/h) en estados como Nueva York, Pensilvania y territorios de Nueva Inglaterra. Aunque el ambiente será húmedo y ventoso, el Centro de Predicción de Tormentas descarta actividad eléctrica severa.

En contraposición, las llanuras centrales y partes del sur vivirán un escenario completamente distinto. Un impulso de aire seco favorecerá condiciones despejadas, temperaturas inusualmente altas para la época y riesgo de incendios, especialmente en el Panhandle de Texas y zonas cercanas. En ciudades como Amarillo y Lubbock, los termómetros podrían alcanzar los 88°F (31°C), con vientos sostenidos que intensificarán el riesgo de propagación de fuego.

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La situación más significativa llegará desde el océano Pacífico. Un río atmosférico, cargado de humedad tropical, alcanzará el noroeste hacia el martes, generando lluvias fuertes en Oregon, Washington y el norte de California, así como importantes nevadas en la Sierra Nevada. Las ráfagas podrían superar 45 mph (72 km/h), dando paso a inundaciones repentinas, crecidas de ríos y acumulaciones de nieve en altitudes superiores a los 5000 pies (1524 metros), con posibilidad de aludes y baja visibilidad en pasos montañosos.