
La temporada de huracanes en el Atlántico se acerca a su punto más activo del año, que va desde agosto hasta mediados de septiembre. Aunque ya se han formado varias tormentas breves, como Andrea, Barry y Chantal, 2025 aún no ha visto su primer huracán. Sin embargo, los expertos advierten que eso podría cambiar pronto con el reciente desarrollo de la tormenta tropical Dexter.
Dexter, que se formó el domingo, se mantiene lejos de la costa de EE.UU., al noroeste de Bermudas. Aunque no representa una amenaza inmediata, es una señal del cambio en la dinámica del Atlántico. El Centro Nacional de Huracanes (NHC) también está monitoreando otras dos zonas con potencial de formación ciclónica, incluida una frente al sureste del país.
En los próximos días, factores clave como la reducción de vientos fuertes en la atmósfera alta y el debilitamiento del aire seco podrían facilitar la formación de nuevos sistemas. Las temperaturas del océano en la franja tropical entre África y el Caribe —la región donde suelen formarse los huracanes más poderosos— están especialmente cálidas, ofreciendo energía disponible para futuras tormentas.
Este entorno más favorable se ve fortalecido por la posible llegada de la Oscilación Madden-Julian, un patrón climático que estimula las lluvias y tormentas en los trópicos. A medida que avanza agosto, las ondas tropicales que emergen del continente africano —semillas de muchos huracanes— se están volviendo más organizadas y húmedas, lo que aumenta el potencial de desarrollo ciclónico.
Etapa crítica de huracanes comienza con fuerte actividad en el Atlántico.
Una de estas ondas tropicales, recientemente salida de África, tiene posibilidades de convertirse en tormenta en los próximos días mientras cruza el Atlántico. Al mismo tiempo, una zona de baja presión frente a la costa del sureste de Estados Unidos podría convertirse en un sistema tropical, aunque por ahora las probabilidades son bajas, según el NHC.

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Aunque no todas las ondas tropicales llegarán a convertirse en tormentas, el patrón general está cambiando hacia condiciones más propicias. Varios modelos de pronóstico muestran señales consistentes de una atmósfera más activa durante las próximas dos semanas. Con todos los ingredientes en camino de alinearse —agua cálida, vientos débiles y aire húmedo— el Atlántico podría estar listo para una fase de mayor intensidad ciclónica.
Periodista especializada en tendencias y actualidad. Licenciada en Periodismo en la Universidad Jaime Bausate y Meza. Certificada en SEO y Marketing Digital. Interesada en temas relacionados con tendencia, coyuntura nacional, farándula y más.