Los Récord Guinness han coronado a un pequeño chihuahua de 23 años como el perrito más viejo del planeta Tierra, Spike, nombre del susodicho, vive en una zona rural de Ohio, en Estados Unidos, junto a su amorosa familia. Sin embargo, aunque su vida parezca sacada de un cuento, sufrió mucho.
Los chihuahuas viven entre 15 y 17 años, pero para Spike no es una regla que se deba respetar, pues a la fecha ya tiene 23 años y está como nuevo. Aunque casi ha perdido la visión y tiene algunos problemas de audición, Spike goza de una vida como cualquier otra mascota.
Ama dormir la siesta, comer doritos y esconder a su juguete favorito, un zorro de peluche al que lleva siempre consigo. Aunque los perros no se llevan tan bien con los gatos, Spike sí lo hace, pues adora estar junto Foxxy, el gato doméstico de su familia.
El dueño de Spike compartió su historia con el mundo y contó que cuando lo encontraron tenía heridas alrededor del cuerpo como consecuencia de los constantes maltratos que sufría, pero lejos de dejarlo a su suerte, decidieron rescatarlo y adoptarlo como parte de la familia.
“Estaba afeitado en la espalda, tenía manchas de sangre alrededor del cuello por una cadena o una cuerda y se veía bastante rudo (…) Spike saltó y se sentó en el asiento, como si supiera a dónde íbamos. Estaba destinado a ser nuestro”
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