Hace un mes, la serie surcoreana “El juego del calamar” llegó a Netflix con gran éxito. La película de ficción es una crítica mordaz de la vida moderna y corrupción en el país asiático, pero también expone a una atroz realidad en China: el mercado negro del tráfico de órganos.
Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el Partido Comunista de China extrae corazones, riñones, hígados y córneas a más de 100 mil opositores del gobierno de Xi Jinping y presos políticos, con una red de tráfico de órganos “por encargo” que opera de manera sistemática.
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La organización encontró información fidedigna de que los detenidos pertenecientes a minorías étnicas, lingüísticas religiosas, como los musulmanes y los cristianos, son sometidos a análisis de sangre y exámenes de órganos, como ecografías y radiografías, sin su consentimiento.
Apenas una semana antes de que se estrenara el éxito de Netflix, China negó la participación del estado en un programa de extracción forzada de órganos, el mismo que recauda mil millones de dólares al año. Sin embargo, nueve relatores especiales del Consejo de Derechos Humanos de la ONU dedicaron más de un año a desenterrar testimonios.
“Un día un preso drogadicto me estaba golpeando la espalda y la cintura. Otro entró y alguien le gritó: ‘¡No le dañes los órganos!’”, contó Lui.
Otra presa, la uigur Zumuret Dawut, contó que el primer día de sus tres meses de detención la llevaron al hospital. “Sólo cuando me quitaron la capucha negra de la cabeza me di cuenta de que estaba en un hospital. Primero me tomaron muestras de sangre y luego me hicieron una radiografía de los órganos”, dijo.
Yu Xinhui, que pasó seis años en la cárcel, dijo que un médico había intentado advertirle del horror: “No vayas contra el Partido Comunista, te quitarán el hígado sin que te des cuenta”.
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Muchas personas pueden esperar años para recibir un trasplante, ya que los receptores deben tener el mismo tipo de sangre que el fallecido y el mismo tamaño de órgano. Por lo que los resultados de los exámenes se registran en una base de datos de fuentes de órganos vivos que facilita la asignación de órganos.
La directora ejecutiva de la Coalición Internacional para Acabar con los Abusos en los Trasplantes en China, Susie Hughes, indicó que las afirmaciones del gobierno de Xi Jinping, de que están realizando entre 10 mil y 20 mil trasplantes, no coinciden con los datos que proporcionan los hospitales. “Lo más probable es que la cifra se sitúe entre 60 mil y 100 mil trasplantes al año”, dijo.
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