Durante una reunión organizada por una iglesia evangélica, Jair Bolsonaro hizo una reveladora confesión personal. Y es que el ultraderechista brasileño afirmó que, por la presión que conlleva ser presidente de Brasil, llora solo en el baño, sin que su esposa nunca lo haya visto.
En su discurso, Bolsonaro manifestó que lamenta las muertes, pero que tuvo el coraje de defender una ‘alternativa al tratamiento para el coronavirus’.
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Asimismo, volvió a criticar las medidas restrictivas adoptadas para contener el COVID-19 y, según él, cree que ha tomado las decisiones correctas para afrontar la crisis.
“Cada vez más sabemos qué hacer, hacia dónde dirigir nuestras fuerzas. ¿Con qué frecuencia lloro solo en el baño de mi casa? Mi esposa nunca lo vio. Ella piensa que soy ‘el macho’”, dijo el presidente brasileño.
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Además, Bolsonaro está siendo investigado por la Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI) de coronavirus en Brasil debido al papel del gobierno en la lucha contra la pandemia. La expectativa es que el mandatario brasileño sea procesado por más de un delito.
Bolsonaro, quien también ha manifestado que ya no tiene la intención de vacunarse contra la enfermedad, a pesar de la recomendación de la OMS, manifestó en una emisora radial que, si se reinfectaba, volvería a tomar hidroxicloroquina e ivermectina, dos medicamentos que demostraron ser ineficaces contra el COVID-19.
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