El presidente de Brasil, Jair Bolsonario, admitió por primera vez este jueves que la hidroxicloroquina podría tener una eficacia "cero" para tratar el COVID-19, la enfermedad causada por el virus SARS-CoV-2.
"Puede que allá al frente digan que la opción (de la hidroxicloroquina) es cero, que es un placebo. Todo bien, paciencia, me disculpo, chao, por lo menos no maté a nadie", afirmó durante la intervención en vivo que realiza semanalmente en sus redes sociales.
Hasta ahora, el líder ultraderechista había sido un gran defensor del uso de este fármaco, indicado para tratar el paludismo, a pesar de que la comunidad científica no ha encontrado evidencia hasta la fecha de que sea útil para tratar el coronavirus. El político, incluso, se medicó con hidroxicloroquina cuando se contagió de COVID-19, el pasado mes de julio, y la ha recomendado reiteradamente para este propósito.
La defensa de este medicamento por parte de Jair Bolsonaro fue uno de los motivos que estuvo detrás de que dos de sus ministros de Sanidad abandonaran su cargo al estar en desacuerdo con las recomendaciones del mandatario.
El Gobierno brasileño ha gastado hasta la fecha alrededor de 20 millones de dólares en la producción tanto de hidroxicloroquina como de otros medicamentos de los que tampoco hay evidencia científica de su eficacia contra el coronavirus.
Por su parte, el Tribunal de Cuentas del Estado pidió explicaciones sobre estos gastos al Gobierno la semana pasada, habida cuenta de que el uso de esos fármacos no fue autorizado por la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa).
Desde el inicio de la pandemia, Brasil ha registrado más de 9 millones de casos y 228.795 fallecimientos por COVID-19, siendo el segundo país del mundo en número de decesos. El país ya ha empezado con la vacunación masiva y por el momento el 1,19 % de su población ya ha recibido al menos una dosis.
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