Las celebraciones de Halloween traen consigo mucho misticismo y miles de personas gustan de festejar estas fechas con películas de terror, decoraciones y hasta con disfraces de cualquier tipo. Sin embargo, hay otras que les atrae todo el tema del ocultismo y por ello buscan animales para sacrificarlos, sobre todo gatos negros.
Sea realidad o un mito, en el mundo hay grupos satánicos que celebran la noche de brujas sacrificando a estos animales para invocar el mal. Esta historia parece sacada de película de terror, pero es la verdad, por eso los protectores de animales toman medidas durante estos días.
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En las últimas semanas, los rescatistas a través de las redes sociales han pedido a la población no dar en adopción gatitos negros o blancos y así evitar que se lleven a cabo rituales o ceremonias. O si alguna persona encuentra a estos gatitos que los mantengan en sus casas para evitar estos crueles actos.
Como se sabe, el color negro siempre se ha relacionado con el ocultismo, la magia negra y el reino de la oscuridad. Y aunque existen personas que piensan que el gato de color negro, da buena suerte o, todo lo contrario, lo cierto es que estos felinos son muy elegantes y cariñosos.
Todo se debe a los tiempos de la Edad Media, es ahí donde se comienza a asociar al gato con la brujería y el ocultismo, con el demonio y los malos espíritus. Especialmente al gato negro de ojos amarillos, por su aspecto teóricamente más aterrador.
En aquel entonces se creía que las brujas solían transformarse en gatos, especialmente en gatos negros, para pasear entre la gente sin ser reconocidas.
Todo aquel que tuviera un gato era sospechoso de pagano o, peor aún, de practicar brujería y/o adorar al demonio, creencia además auspiciada por la propia Iglesia.
Muchos apuntan a que guarda relación con los peregrinos de la colonia de Plymouth, que eran los colonos ingleses que llegaron a América del Norte en el Mayflower y establecieron la colonia de Plymouth en lo que hoy es Plymouth, Massachusetts.
Lo que se cuenta es que persiguieron activamente a los gatos negros, quemándolos. Aun cuando su recelo hacia las brujas fue desapareciendo, los gatos negros siguieron siendo fuente popular de leyendas y se terminó considerando que los gatos eran, de alguna forma, los ayudantes de las brujas.