La NASA reveló que el Observatorio Estratosférico de Astronomía Infrarroja (SOFIA) detectó agua en la Luna, esta vez en la superficie del satélite. Cabe resaltar que SOFIA es un avión Boeing 747 modificado para llevar un gran telescopio.
El pasado 21 de octubre, la NASA emitieron un comunicado en su página web y en su Twitter mostrando un adelanto sobre “el nuevo y emocionante descubrimiento de la Luna” y la pista era que se había logrado gracias a SOFIA.
Este hallazgo de la agencia espacial norteamericana no solo implica la detección directa de agua molecular (H2O) en la Luna, sino que señala la existencia de grandes áreas que se encuentran alrededor de los polos lunes, en el que podría estar atrapada de forma estable.
Por otro lado, este telescopio se ha usado para observaciones lejanas en el cosmos y entre sus hallazgos están la detección de oxígeno atómico en la atmosfera de Marte, su contribución al estudio de colisiones de exoplanetas y la visión infrarroja del centro de la galaxia, la Vía Láctea.
“El nuevo descubrimiento contribuye a los esfuerzos de la NASA para aprender sobre la Luna en apoyo de la exploración del espacio profundo”, decía el comunicado.