Un niño de apenas 5 años de edad murió en Argentina luego que sus padres le dieran dióxido de cloro. Esta sustancia es un potente tóxico blanqueador al que le atribuyeron erróneamente propiedades curativas y preventivas contra el nuevo coronavirus.
De acuerdo al comunicado del ministerio de Salud de la provincia de Nequén en Argentina, el menor ingresó “a las 00:20 horas en el Hospital de Plottier, en paro cardio-respiratorio, donde le realizaron unas maniobras de reanimación sin obtener repuesta. A la 1:15 se declaró su fallecimiento y se realizó una denuncia policial por su muerte”. La policía ya inició con las investigaciones.
El informe indica que en “el interrogatorio a sus padres, se desprende que el día anterior el niño había consumido dióxido de cloro”, pero que no se ha determinado la cantidad. A raíz de este suceso las autoridades argentinas han aprovechado en recordar a la población que “la ingesta, inhalación o inyección de dióxido de cloro y derivados es muy peligrosa”.
Cabe resaltar que, por su toxicidad, el dióxido de cloro y el clorito sódico reaccionan rápidamente en los tejidos humanos y si es que se ingiere pueden causar irritación de la boca, el esófago y el estómago, con un cuadro digestivo irritativo severo, además causa graves trastornos hematológicos, cardiovasculares y renales.
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Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) no recomienda tomar productos que contengan dióxido de cloro, clorito de sodio, hipoclorito de sodio o derivados. Sin embargo, pese a su comprobada toxicidad, figuras públicas defienden el uso del dióxido de cloro como arma contra el COVID-19.