El terremoto de México activó las alarmas de un posible tsunami en Oaxaca, donde fue el epicentro de 7.5 en la escala de Ritcher. Olas peligrosas de hasta tres metros pueden golpear en cualquier lugar, pero ¿cómo se forma un tsunami en el mar luego de un sismo?
El tsunami está formado por una serie de ondas oceánicas extremadamente largas, con longitudes de onda del orden de cientos de kilómetros, que en aguas profundas se propagan a una velocidad que puede superar los 800 kilómetros por hora.
La mayoría de los tsunamis son originados por terremotos de gran magnitud bajo la superficie acuática. Para que se origine este hecho, el fondo marino debe ser movido de manera abrupta en sentido vertical, de modo que una gran masa de agua del océano sea impulsada fuera de su equilibrio normal.
De acuerdo a la web especializada "Muy Interesante", a medida que el tsunami alcanza aguas costeras la columna de agua reduce su velocidad, aumentando rápidamente la energía y la altura de la ola. Las aguas se retiran justo antes que el tsunami irrumpa, dejando en ocasiones los arrecifes al descubierto.
Las olas sísmicas del mar embisten la costa arrasándolo todo tanto al entrar en tierra como al salir de nuevo al mar. De hecho, la ola de regreso puede ser tan devastadora o más que la de entrada, ya que cuando la masa de agua fluye de vuelta al mar arrastra escombros que aumentan su fuerza de empuje.
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La destrucción de un tsunami proviene de toda la energía acumulada en esa agua. La ola choca contra la tierra y debido a la cantidad de energía que empuja el agua, simplemente fluye hacia la tierra.
No se detiene, porque hay más agua detrás con tanta energía empujando. Esto es lo que causa la destrucción. No es una ola masiva que traga edificios enteros. En cambio, es la energía detrás de la ola la que hace todo el daño.
Los tsunamis son olas, pero a diferencia de las olas provocadas por el viento, tienen una longitud de onda mucho mayor. En el contexto de la física, no en el contexto de las olas del mar, una característica definitoria de cada ola es su longitud de onda.
Las olas sísmicas tienen una gran longitud de onda, a menudo de más de cien kilómetros y es por eso que son tan peligrosos.
En redes sociales, diferentes usuarios han reportado que el mar se alejó de 15 a 20 metros en las playas de Oaxaca, en Huatulco.
El territorio mexicano está situado sobre cinco placas tectónicas, esto la hace una zona vulnerable, donde la mayor parte del país pertenece a la placa Norteamericana.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, publicó un tercer video en Youtube para informar a la población que se espera que el nivel del mar suba un metro debido al terremoto, de acuerdo a datos de la Secretaría de Marina, sin embargo, no se espera que sea de riesgo.