Seúl. Ante el rápido aumento de contagios, el presidente surcoreano Moon Jae-in decidió establecer “el más alto” nivel de alerta por el coronavirus. La epidemia está “en un momento decisivo.
Los próximos días serán cruciales”, dijo el mandatario surcoreano. Hasta ayer, las autoridades sanitarias de Corea del Sur confirmaron cuatro muertes por el virus y los infectados se elevaron a 500 personas.
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En este país, la mayoría de los casos de coronavirus están vinculados a una mujer de 61 años que asistió a una ceremonia religiosa de un controvertido culto.
Frente a la multiplicación de casos en Irán (43 en total) y de muertes (8), Turquía, Jordania, Pakistán y Afganistán cerraron sus fronteras o restringieron sus viajes con ese país.
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En China, el balance llegó ayer a 2.442 muertos tras el anuncio de 97 nuevas víctimas. Excepto uno, todos son de la provincia central de Hubei, epicentro del brote.