Como la mujer perfecta calificó Yaco Eskenazi a su esposa Natalie Vértiz, como madre y compañera de vida. Aunque admite debe apoyar más a su amada en los quehaceres del hogar desde que llegó al mundo Leo, su segundo hijo, pero aclara no ser pisado, solo un poco.
—¿Es cierto que Natalie no te dejaba ir a jugar las pichangas con Los Once Machos, si antes no la apoyas en casa?
—(Risas) De hecho, el primer mes de Leíto fue complicado, es un mes bastante difícil para la mamá que pasa por muchos cambios, cambios no solamente por su cabeza sino hormonales. A los hombres, nos corresponde estar al pie del cañón para lo que nos digan. Claro, en un principio no entendía nada, pero si yo no tengo nada que hacer acá, decía. Yo no tengo teta, tengo que ir a jugar. Natalie me decía: quiero que estés acá aunque sea para que me mires. Fui entendiendo que me necesitaba presente para un soporte emocional, finalmente nosotros dos hicimos y trajimos al mundo a Leo.
—¿Ella quería más apoyo de tu parte?
—Natalie es una mujer increíble, es una esposa que podría decir perfecta. Claro, a veces me ajusta cuando tengo 4 o 5 pichangas en la semana y me dice: oye, ¿qué, de nuevo?, pero jamás me dice no vayas a jugar, ni ¡no vas a jugar!, imagínate. Nunca tan pisado (risas), un poco sí, pero nunca tanto.
—Es importante la comunicación y confianza en la relación.
—Totalmente, eso va de los dos lados, cuando necesito que me apoye está ahí. Natalie prácticamente es mi community manager, me apoya subiendo cosas a mis redes sociales. De alguna manera siempre estamos pensando en uno y en el otro, dándonos la mano. De eso se trata un matrimonio, de eso se trata formar una familia, de avanzar y crecer juntos.
—Ayer salió al aire En esta cocina mando yo, con un formato distinto al anterior.
—Así es, el tema de la cocina siempre llama la atención en las personas, ahora con nuevo formato. Puedo decir que la cocina es el corazón de la casa. En mi hogar Liam siempre está yendo a la cocina. Es ahí donde se reúnen los productos y los sabores de los platos que vamos a comer luego. Cada plato que como me remonta a mi infancia, en la cocina somos felices.
Yaco Eskenazi celebró hace unos días los siete meses de Leo. Admitió que la llegada de su segundo heredero hizo que aflore en él todo el amor por sus hijos. “No sabía cómo podría ser capaz de amar a alguien tanto como amo a tu hermano Liam. Bueno, ahí está la primera lección que le diste a papá”, expresó.
Periodista de la Universidad San Martín de Porres. Experiencia en medios de prensa, además gusto de la buena música y lectura.