El final de Al fondo hay sitio trajo más de una sorpresa. Al regresar de New York con la hija de Grace, Nelly Francesca, la joven pareja Emilia y Nicolás recibirán un impactante recibimiento al ingresar a la residencia de Los Maldini.
Milagros (Cindy Díaz), "La Caperucita" esperaba la llegada del nieto de Francesca Maldini para poder cantarle sus verdades a Emilia (Carolina Cano). La ronquita de la serie se convirtió en la asesina de la madre de Milagros, la señora Violeta, una vendedora de flores que fue brutalmente atropellada por la rubia. Hasta la fecha se desconocía al responsable del accidente, por lo que Emilia se sentía más que tranquila.
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Lamentablemente para ella no tomó en cuenta que la joven había sido vista por un mendigo de la zona, quien fue el testigo del accidente y estuvo buscando a la hija de la florista. Finalmente en este último episodio llega a encontrarla y le cuenta lo que ocurrió aquel día.
La policía también se encontraba en la casa para llevarse a la esposa de Nicolás. Mientras estaban en camino, Nicolás le pide a Emilia que le confiese lo que ocurrió ese día. Con sangre fría, aceptó su responsabilidad, gritando que ella no tenía la culpa de que una mujer insignificante no sepa cruzar la pista. Ante tremenda confesión, "Ricolás" la acompañó a la comisaría donde la rubia quiso escapar y entre gritos fue encerrada en la carceleta, lugar donde se encontraría con el fantasma de su víctima, la señora Violeta.
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