Disfrutaron días inolvidables a su lado en las paradiasíacas playas de Máncora en la despedida del 2014 y recibimiento del nuevo año.
Por eso las combatientes aseguran que el futbolista es todo un caballero y un gran amigo.
“La verdad que lo conozco y no de ahora, es una hermosa persona, sencilla y sobre todo muy respetuosa”, sostuvo Alondra García Miro, quien negó que se haya dado un click en la ciudad norteña.
Indicó que la penúltima vez que se encontraron fue en una entrega de juguetes en la víspera de Navidad, en la que estuvo también el “Depredador”.
“Tiene un enorme corazón, me encantó volver a verlo en Máncora”, refirió la ex pareja de Mario Irivarren, quien también está en la cálida ciudad con otras chicas.
ÉL NO SE MUEVE
Por su parte, Karen Dejo también contó sobre el encuentro. “Nosotras tenemos alquilada una casa de playa en Máncora con las chicas. Paolo nos ha visitado ahí, hemos compartido almuerzo, parrillas, cenas; además, nos tomamos fotos en la playa, yo no le veo nada de malo”, dijo la morocha.
Sobre si habían bailado con el futbolista, ella indicó que no, porque a Guerrero no le gusta y no sabe mover bien el esqueleto, pero eso sí, le gusta mucho escuchar reggaetón.
Sostuvo que el futbolista se conoce con todas las chicas de la foto (en la que también estuvo Alejandra Baigorria) y no es que haya ido al lugar por alguien de ellas en especial.
“Él estaba en la playa, ahí nos encontramos y después disfrutamos de excelentes momentos, pero siempre en grupo, ha sido algo inolvidable”, añadió.
FULL ADRENALINA
No solo es un rey con el balón, sino también en el mar porque, según la morocha, a Paolo le gusta la velocidad y la aventura en la arena y el mar.
“Le gusta la velocidad en el mar: motonáutica y remo. Es full adrenalina. Disfrutamos de su energía y compañía. Todos teníamos la consigna de pasarla bien y felicices”, confesó.
CELEBRACIÓN EN LIMA
Después de festejar al lado de las esculturales Alejandra, Karen, Alondra y la chilena Lucía Covarrubias, sus 31 años en la playa norteña, Paolo Guerrero regresó a Lima con su grupo de amigos, entre ellos el “Chino Take”.
Acá sus padres, doña Petronila y don José Guerrero, le hicieron una reunión privada en un local de La Molina, con la animación de una conocida orquesta salsera del medio.
Según nuestras fuentes, solo asistieron sus más allegados.
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