
Dani Alves, exfutbolista brasileño con una de las trayectorias más exitosas en la historia del fútbol moderno, vuelve a ser noticia, aunque esta vez lejos de los estadios. Tras haber pasado más de un año en prisión preventiva por una acusación de agresión sexual, el exjugador del FC Barcelona ha reaparecido públicamente como predicador en una iglesia evangélica de Girona, sorprendiendo a propios y extraños con su nueva faceta espiritual.
El exlateral fue condenado inicialmente a cuatro años y medio de cárcel, pero el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña anuló la sentencia al considerar que existían inconsistencias en las pruebas presentadas. Después de recuperar la libertad, Alves se ha mantenido alejado de los focos mediáticos deportivos y ha enfocado su discurso en la fe, la superación personal y la reconciliación familiar.

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Durante un reciente acto religioso en la Iglesia Elim, el brasileño tomó el micrófono para compartir su testimonio. “Yo hice un pacto con Dios. La fe me sostuvo cuando todo parecía perdido”, declaró ante los asistentes. Su mensaje, acompañado de citas bíblicas, se ha viralizado en redes sociales, donde también se autodenomina “discípulo de Cristo Jesús” en su perfil de Instagram.
La aparición del exjugador como predicador ha generado reacciones divididas. Mientras algunos seguidores destacan su transformación y lo ven como un ejemplo de resiliencia, otros cuestionan la sinceridad de su cambio, recordando la gravedad del caso judicial que lo llevó a prisión. Sin embargo, lo cierto es que Dani Alves ha dado un giro radical a su vida pública, alejándose del balón y abrazando un nuevo propósito que, según él, le devolvió la paz y la esperanza.
Licenciado en Periodismo por la Universidad Jaime Bausate y Meza, especializado en deportes, cine y series de televisión. Certificado en Marketing Deportivo en Universitas Barca Hub y con conocimiento de redacción SEO durante más de 5 años.