Hace casi dos meses ADA de Jaén, bajo la dirección de Roberto Arrelucea, se coronaba campeón de la Copa Perú y ascendía a la Liga 2. Todo hacía suponer que el Maharajá seguiría al frente del equipo el 2024, pero increíblemente la dirigencia decidió prescindir de sus servicios de una manera folclórica, que pinta de cuerpo entero la informalidad que sigue campeando en el fútbol peruano.
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—Hace dos semanas, ADA anunciaba su continuidad, pero el domingo informaron su salida, ¿qué pasó?
—El 2 de diciembre llegamos a un acuerdo con el presidente del ADA para dirigir al equipo en Liga 2 y firmamos un contrato que no fue registrado ante la FPF, por lo que no tiene validez. Lo increíble es que me cambiaron el contrato con otras cifras que habíamos acordado y otras cláusulas diferentes a lo que habíamos acordado, fue un engaño, y no me parece serio trabajar de esa manera.
—¿Es verdad que lo despidieron por WhatsApp?
—Así es. Eso mismo lo ha reconocido el presidente del club en declaraciones que dio al diario La Hora de Jaén, en el que dice que me despidió por WhatsApp, lo que no me parece nada serio.
—¿Ha pensado recurrir a la vía legal?
—Por la vía deportiva no procede, pero sí por la vía civil y estamos analizando qué medidas tomar, porque he sido perjudicado, pues luego que ganamos la Copa Perú recibí varias propuestas, que rechacé porque ya tenía un acuerdo con ADA y soy respetuoso de mi palabra.
—¿No cree que lo hayan “cocinado” o que algún colega lo haya serruchado?
—Todo puede pasar en el fútbol. Creo que a muchos les molesta la calidad de persona de uno, que no hace daño a nadie y no necesito serruchar el piso al colega. Mi trabajo habla por mí, tres ascensos (Total Clean, César Vallejo y ADA).
—Su caso es uno más de los tantos maltratos hacia el entrenador peruano.
—Conozco el perfil de la mayoría de los dirigentes de clubes peruanos que pueden ser exitosos en sus empresas, pero que no saben nada de fútbol, de proyectos. Acá, con un sol quieren que sus equipos jueguen como el Manchester City y cuando no se dan los resultados, culpan al entrenador. Este es un problema que va más allá.
—¿Cómo cuál?
—Varios clubes no tienen dónde entrenar porque no cuentan al menos con una cancha y tendrían que hacerlo en los estadios que son propiedad del IPD o del municipio. Y en menores exigen a los chicos resultados, cuando a esa edad lo importante es la formación.ignorado en liga 1
—¿Por qué no dirige en Liga 1, la última vez fue en 2012 con Alianza Atlético?
—No dirijo en liga desde el 2011 porque soy fiel a mis principios y me hago respetar. Ese año reemplacé a Roque Alfaro en Alianza Atlético que había hecho 10 puntos y pudimos sumar 24 unidades, con lo que salvamos de la baja al equipo en la cancha. Pero Lánder Aleman se descuidó y Universitario y Alianza Lima debían meses a sus jugadores y debieron descender, pero el perjudicado fue Sullana, que luego fue al TAS que le dio la razón y lo restituyó en Primera.
—Pese a este duro momento, ¿qué satisfacción tiene?
—Amo a mis jugadores, les hablo con el corazón y sus éxitos son mi felicidad. En ADA encontré varios muchachos con talentos que supimos encauzarlos. Tengo la satisfacción de escuchar a Claudio Pizarro cuando reconoce mi labor en su crecimiento profesional, a Nolberto Solano cuando dice que le enseñé a patear tiros libres, ayudar a Gregorio Bernales para su consolidación y haber descubierto a Joel Sánchez, Edson Aubert, Conán Rojas, entre otros.
—Finalmente, una reflexión.
—Seguiré fiel a mis principios, hay que ser fuertes ante la adversidad, ser derechos y buena persona. Todo eso vale mucho y es importante en la vida.