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Jesús Torrealva revela cómo escapó del Fokker: “Una sanción impidió estar en el equipo de Alianza que murió”

Exfutbolista nacional cuenta detalles sobre su ausencia en la tragedia del vuelo de Alianza Lima en 1987. La mayor parte de su carrera lo hizo en la “U” con buen suceso.

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Chucho Torrealva, en un mano a mano con El Popular.

Jesús Gustavo Torrealva Quispe (62) es natural de Pisco, fue jugador de fútbol y como tal, guarda una dramática historia de su carrera con la pelota, ya que en su momento pudo ser parte del equipo de Alianza Lima que murió en el accidente del Fokker en 1987.

Su “suerte” fue que había sido sancionado por la Federación Peruana de Fútbol y no pudo firmar por los íntimos. El Chucho, como le decían, también recuerda que, vistiendo la casaquilla de la “U”, marcó el gol más rápido del fútbol peruano hasta hoy, apenas a los 7,77 segundos, a Unión Huaral.

— ¿Qué recuerdos tiene de su etapa estudiantil?
—Era un chico travieso de estar siempre con la pelota. Muchas veces era una bolsa plástica llena de papeles. Era muy rápido y jugaba de delantero. Estudié en el 570 (hoy Miguel Grau) y Banderas peruanas de mi tierra.

— ¿Entonces no eras buen estudiante?
—Muy regular, era muy aplicado en matemáticas. El inglés nunca me gustó ni lo aprendí, pero lo aprobé porque estuve en la selección del colegio.

— Vienes de una familia de futbolistas, ¿no?
—Mi padre jugó en la profesional, en el Carlos Concha, y un tío en Deportivo Municipal.

— ¿Cómo incursionas en el futbol más competitivo?
— A los 18 años, jugando en Alianza Pisco, mi primo, el Diablo Fuentes, que jugaba en ADT, me llevó a jugar por ellos. El equipo era dirigido por El Loco Carbonell.

— ¿Tu consagración la lograste en Universitario?
— Sí, pero detrás de ello hay una historia que pocos conocen. El chino Tan, que dirigía al Alianza, me fue a buscar cuando entrenaba en la selección y me llevó donde el presidente del club, Agustín Merino, y me hizo firmar un contrato por dos años y hasta me entregó un cheque, además que se comprometió a pagar a Octavio Espinosa por mi pase...

— ¿Y qué sucedió?
—Era 1986 y viajamos una semana a Brasil, jugamos en el Maracaná. En ese equipo estaban los chicos que murieron al año siguiente en el Fokker. Al regreso, un dirigente de la “U” me esperó en el aeropuerto diciéndome que querían contratarme. Yo le dije que ya había arreglado con Alianza, pero ellos señalaron que habían comprado el pase al Octavio Espinosa.

—¿Estabas entre la espada y la pared?
— Jorge Nicolini estaba en la “U” y me dio un mensaje sutil: “Si tú decides, no juegas por la “U”, pero tampoco por Alianza Lima y te quedarás sin jugar”. Firmé por la “U” y devolví el dinero a Alianza.

—¿Hubo sanción por el doble contrato?
—Sí, seis meses, pero en ese tiempo Nicolini me pagó normal. Y mira cómo son las cosas, unos meses después se cae el avión de Alianza... Si no me iba a la “U” hubiera sido parte de esa tragedia.

— ¿Quizás uno de los momentos más alegres en tu estadía en el cuadro crema fue jugar con tu hermano Freddy?
—Sin duda, lo llevé a la “U” y el profesor Cuéllar dio el visto bueno para que se quede. Era habilidoso y complicado de quitar el balón.Gol más rápido.

—¿Eras un jugador todoterreno?
— Salvo de arquero, he jugado en las otras diez posiciones en el fútbol, por eso Juan Carlos Oblitas dijo que era el jugador más táctico del fútbol peruano.

—¿Tienes algún otro récord como jugador?
—Tengo el gol más rápido del fútbol peruano, jugando por Universitario, le anoté al Unión Huaral apenas a los 7,77 segundos de iniciado el partido. Ya son 32 años de ese gol, estoy en la historia del club, pero no hay ningún homenaje.

— ¿También jugaste en la selección peruana?
— Estuve en ese equipo de las Eliminatorias para Italia 90, con Uribe, Franco Navarro, Olaechea, Olivares, Manassero, Purizaga, Fiel Suárez, entre otros.

— ¿Quiénes fueron tus ídolos en tu época de jugador?
—Hugo Sotil y Téofilo Cubillas. El Cholo era más jugador que el Nene y por eso triunfó en Barcelona, pero el Nene fue más inteligente para manejar las cosas.

— ¿Verdad que te ponían chapas a cada rato?
—No tanto... En Espinosa me decían Correcaminos y Coyote, mientras que la “U” me decían Chucho.

Cuarteles de invierno

— ¿Cuándo decides colgar los chimpunes?
— A los 39 años, después de haber tenido inconvenientes en los pagos con Cienciano, Ciclista y Lawn Tennis.

— ¿Supiste guardar dinero?
— Con el fútbol pude construir mi casa en Pisco, pero hay que ser sinceros, en esa época pagaban poco.

— Pocos saben que tú dirigiste en Panamá...
—Sí, en el 2001, pero tuve que dejar el equipo porque me debían y a los jugadores también. A mi regresó trabajé en Octavio Espinosa, Alianza Pisco y equipos de Ayacucho y Tumbes.

— ¿No hay posibilidad de dirigir en la Liga 2 o Copa Perú?
— Cuántos entrenadores nacionales hemos estudiado y no nos dan oportunidades. Para renovar la licencia, la Federación te cobra 700 a 800 soles y para sacar la licencia Pro, no baja de 4 mil soles. Además, la Liga 1 está copado por extranjeros. Mira, el Loco Seminario tiene licencia Pro y está dirigiendo la Copa Federación.

— ¿Qué haces en la actualidad?
— Estoy trabajando en Marcona con chicos de 5 a 15 años.

SOBRE EL AUTOR:

Periodista de Universidad Inca Garcilaso de la Vega. Vivo con el deporte y me gusta la música.