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Teddy Cardama: "Técnico que no sabe manejar camarín que se dedique a otra cosa"

Entrenador nacional recuerda que muy jóven dirigió a la 'U' a jugadores de su edad y no le "pesó"

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Teddy Caramba habló con El Popular.

Teddy Cardama con buen hijo nacido en Iquitos, amante de la cecina y el tacacho, de profesión técnico, hace un viaje retrospectivo en el tiempo y recuerda su paso como futbolista, cuando se desempeñó como un prometedor volante o defensor.


Sin embargo, la fatalidad se cruzó en su camino y apenas a los 20 años (hoy tiene 56) tuvo que dejar el fútbol.


—¿Tiene una historia como futbolista?
—El esposo de mi hermana mayor, que es como una madre para mí, trabajaba en Backus y gestionó con un amigo para estar en Sporting Cristal. Allí estuve desde los 12 años.

—¿Quiénes son de su promoción?
—Carlos Guido, Francesco Manassero, Roberto Vega, Miguel Miranda, Carlos Guido, Martín Dall’Orso. Somos de la categoría 66.


—¿En qué posición jugaba?
—Era ‘8’, pero ante la necesidad también actuaba de central o lateral derecho.

—Pero la fatalidad se cruzó en su camino muy joven, ¿no?
—En un partido en Piura me rompí el ligamento cruzado y las operaciones fueron complicadas, ya que no había los adelantos de ahora. Después, tras casi año y medio de recuperación, pero con un dolor insoportable,  me acerqué al profesor Miguel Company y le comuniqué que no seguía más. Tenía 20 años.


—¿Cómo empieza su carrera de entrenador?
—El club me manda a estudiar y a los 23 años, y durante cuatro años, asumo la conducción técnica de menores de Cristal, dirigiendo las categorías 77, 78 y 79. Tuve a Carlos Zegarra, Leao Butrón, el ‘Conejo’ Rebosio y el ‘Charapa’ Torres. Desde que era jugador, siempre pensaba en conducir grupos y les hablaba a mis compañeros del pensamiento que sentía en el juego.

Comienzo fructífero


—¿Cómo se dio el despeje con los mayores?

—Cristal tenía un convenio con el Bolognesi de Tacna y se me dio la oportunidad de trabajar en este club. Tuve dos años espectaculares teniendo en mi equipo a los hermanos Ysrael y Christian Zúñiga. Luego, con tan solo 28 años, me fui a dirigir a Alianza Atlético y ya la historia conocida: la selección sub-23, Boys, Universitario, Alianza Atlético, Cienciano, Melgar, entre otros.


—¿Ahora se encuentra en sus cuarteles de invierno?
—Después de dirigir todos los torneos de Conmebol (Libertadores, Sudamericana, Merconorte, Mercosur, Eliminatorias y Preolímpico), nadie me contrata a mis 56 años.


—¿Cuál cree que es la razón?
—Se dice que para dirigir a Perú se debe tener una experiencia entre tres a cinco años, pero aquí llegan extranjeros que solo han trabajado en academias en sus países. Estoy seguro de que, si un peruano sin experiencia se va a cualquier país sudamericano, lo botan a patadas.


—¿Es verdad que una vez tuvo un fuerte altercado con Lander Aleman por la contratación de técnicos foráneos sin pergaminos?
—Lander es mi amigo y un día me dijo: “Tú tienes una manera de dirigir, pero hay que capacitarse”. Y respondí con altura: “Yo, con mi plata, estuve viajando por todo el mundo para capacitarme, y tú solo miras técnicos rosarinos. No quiero nacionalizarme argentino, sino rosarino porque a esos sí los contratan”.

Guapeo en camerino

—Recordamos que muy joven le tocó dirigir a la ”U” en el 2001. ¿Sintió la presión?
—Había jugadores que tenían mi edad, pero había respeto para su técnico de 35 años. Estaban Carranza, ‘Chemo’, Bernales, Paolo (Maldonado), Ibañez, el ‘Cheta’ Domínguez, Villalonga…


—¿Fue por un periodo corto?
—Estuvimos en un momento crítico en la “U”, ya que se les debía cinco a siete meses a los jugadores, y decidí alejarme. Pero tras mi salida se dio el milagro. Llegó el dinero y contrataron a Cappa, que sale campeón, pero con el equipo que yo formé.


—¿Usted es un técnico con liderazgo en el camerino?
—Los jugadores deben entender que el técnico es el líder que conduce al equipo y hay que obedecer. Hay jugadores grandes y con mayor recorrido, pero eso no significa tener excesivas licencias, sino ser mediadores importantes ante las circunstancias. Yo, para el Preolímpico del 2000, excluí del grupo a dos jugadores que estaban en gran momento pero no tenían compromiso. Si un técnico no tiene cabeza ni temple para manejar un camerino, que se dedique a otra cosa.


—Su carácter y temperamento como entrenador le pasó factura y fue expulsado muchas veces. ¿Hace mea culpa de ello?
—Una cosa es tener temperamento y otra, carácter. Yo tenía mal carácter, pero sí tenía un buen temperamento y sabía lo que tenía que hacer. Cuando es necesario, por defender al club y jugadores, te peleas con cualquiera.


—¿Cómo elige a sus capitanes en sus equipos?
—No voy con esos que el grupo elige su capitán, sino los elijo. Son tres y les explico cuáles son los méritos por los que los he designado. Si bien en el mundo hay arqueros capitanes, yo prefiero en otros puestos que les permita pararse en la pelota ante un tiro libre, acercarse constantemente al árbitro.


—El 2021 fue sorpresiva su salida de Sport Boys. ¿Qué pasó realmente?
—No fue por malos resultados, sino que se me vinieron encima por sacar de lista a ‘Cachito’ (Ramírez) por haber faltado el respeto a un miembro de mi comando técnico. A los tres días me echaron del club. Para los dirigentes, para congraciarse, es más fácil mantener a un ídolo y echar a un técnico.

SOBRE EL AUTOR:

Periodista de Universidad Inca Garcilaso de la Vega. Vivo con el deporte y me gusta la música.